El Chiara Rally Team ya superó la primera mitad del Dakar 2013. En el trayecto desde Lima, Perú, hasta San Miguel de Tucumán, no sólo la fiabilidad y prestaciones de la Race Amarok que conduce Adrián Yacopini han sido fundamentales. En el respaldo, la asistencia, el estar justo a tiempo, aún bajo cualquier condición climatológica o de terreno, que brinda el VW Constellation 31.320 E 6×4 también se basa el gran resultado obtenido hasta el momento.
Considerando que los campamentos de asistencia mecánica, más conocidos como vivac, son itinerantes, los equipos de competición deben contar con vehículos extremadamente confiables y con prestaciones que les permita sortear toda condición que se les presente y llegar al siguiente destino en tiempo y forma.
Es aquí donde el Volkswagen Constellation 31.320 E 6×4 responde con todas demandas del Chiara Rally Team, el equipo del mendocino Adrián Yacopini. El Director Deportivo y piloto de la Race Amarok está cumpliendo una destacada actuación en esta edición de la carrera más difícil del mundo, no sólo por su pericia conductiva, también por contar con un gran aliado: su taller móvil montado sobre el “pesado” de Volkswagen.
El Constellation 31.320 E 6×4 partió de la provincia de Mendoza tras la Navidad y desde el primer día del año se instaló en Lima, Perú, ofreciendo los primeros servicios, con herramental y repuestos, para el alistamiento del vehículo de competición.
Desde el comienzo de la carrera, el pasado 5 de enero, el Chiara Rally Team descansó su confianza en las bondades técnicas que, de serie, destacan al camión que nace en la planta de Resende, Brasil. Su tracción 6×4 le ha permitido internarse en inhóspitos parajes del desierto peruano, donde abundó la arena de las Grandes Dunas o de las Dunas de Ica. Rozando las ciudades de Pisco, Nazca y Arequipa, el VW Constellation comenzó con su periplo de 5.711 kilómetros, de norte a sur soportando incluso fuertes vientos, lluvias y bajas temperaturas.
Además de sus dos ejes tractores, la cadena cinemática del VW Constellation 31.320 E 6×4, resultó fundamental para superar senderos y caminos por encima de los 4 mil metros de altura. El motor Cummins ISC de 8,2 litros, erogando sus 320 caballos de potencia y los 1.288 Nm de torque, y la caja ZF de 16 marchas sincronizadas, le dieron al camión la potencia y el empuje necesarios para avanzar en el cruce de la Cordillera de los Andes por el paso de Jama.
A pesar de la altitud, más de 4.700 metros sobre el nivel del mar, que en muchos vehículos puede generar “apunamiento“, la inyección electrónica alimentó en la medida justa al motor para responder en la máxima exigencia.
Ya en territorio argentino, los paisajes del Noroeste, propusieron un escenario diferente pero no menos demandante para el VW Constellation. Salta y San Miguel de Tucumán fueron los destinos previos al día de neutralización de la carrera: la merecida jornada de descanso.
Allí inmóvil, 31.320 E, en su versión chasis portador, dejó clara otra de sus virtudes: estar capacitado para recibir todo tipo de implementos. En este caso un furgón subdividido en dos secciones: una para el servicio de taller rápido y otro para el almacenamiento de repuestos. Un sector de trabajo extremadamente cómoda y voluminosa, considerando que el bastidor reforzado ofrece un área carrozable de 5.335 mm.
Para desandar semejante periplo, el responsable de la conducción del VW Constellation, ha encontrado una cabina muy confortable, gracias a la suspensión de dos puntos, un asiento con suspensión neumática y un equipamiento que incluye un CD player con MP3, entre otros.
El Dakar 2013 arrancó esta semana su segunda parte uniendo San Miguel de Tucumán con Santiago de Chile. Así como los caminos seguirán demandando performance, el Chiara Rally Team, la permanente asistencia en los restantes seis campamentos. Un desafío más que tiene por delante el VW Constellation 31.320 E 6×4.