Hoy tenemos el placer de compartir con vos un gran gusto que pudimos darnos. Viajamos a tierras estadounidenses, con el objetivo de cubrir el Salón Internacional del Automóvil de Los Angeles, pero también aprovechamos el viaje para probar a la tercera generación del Porsche Cayman S. Una experiencia única que queríamos compartir con todos los seguidores de 16 válvulas.
El modelo se sitúa entre el 911 y el Boxster dentro de la gama de deportivos de la distinguida marca alemana. Es más ligero, eficiente y potente que su antecesor.
Si te damos algunos datos previos, seguro no te vas a mover de la pantalla de tu computadora porque el auto con el que tuvimos contacto, acelera de 0 a 100 en 5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 283 km/h.
La nueva generación de este biplaza, que presenta una innovadora carrocería de construcción ligera, con la utilización de aceros de ultra resistencia y aluminio en puntos importantes del vehículo. Ofrece una distancia entre el eje trasero y el delantero más larga, un chasis renovado y menor peso. A su vez, aumenta su rigidez en un 40 % más.
La versión que analizamos está equipada con un motor de 3.436 cm3 (325 CV) y una caja de doble embrague de 7 marchas. Un auto que respira deportividad por dentro y por fuera, que cuida especialmente cada detalle y no se guarda nada en términos de seguridad porque semejante potencia y pasión tiene que ser contenida.
Abrochate los cinturones, acomodá tu cuerpo en estas maravillosas butacas de competición, y recorramos juntos por todas las características de un modelo que seduce en los mercados del mundo.
Diseño Exterior:
El Cayman transita por las calles exhibiendo su personalidad desafiante, robustez y deportividad. No es un vehículo que pasa inadvertido, todos se dan vuelta al verlo pasar. Tiene el ADN Porsche marcado a fuego: silueta plana, pasarruedas angostos, voladizos cortos y líneas bien definidas. Y en esta nueva generación se cambiaron sus proporciones para acentuar el estilo de coupé deportiva.
El Cayman S mide 4.380 mm. de largo (33 mm. más que el anterior), 1.801 mm. de ancho y 1.295 mm. de alto (11 mm. más bajo). Por su parte, la distancia entre ejes es de 2.475 mm., aumentó el ancho de las vías delanteras y traseras, y conserva su despeje al suelo.
En el sector frontal se lucen sus aletas con la típica forma de Porsche que poseen faros redondos integrando luz diurna de 4 puntos y unos faros antiniebla ubicados en los extremos de las entradas de aire. El parabrisas está desplazado hacia adelante en 100 mm. y su línea de techo se prolonga aún más hacia atrás. En el Cayman S que nosotros probamos, las tomas de aire negras y el spoiler delantero color carrocería acentúan aún más su carácter deportivo.
En los laterales, la línea de los hombros se despliega desde los guardabarros hasta el lateral trasero. En las puertas aparecen unas canaletas o hendiduras que conducen el aire hacia la entrada situada en el lateral trasero.
Las llantas de aleación de 20 pulgadas giran por las calles con su original formato de 10 rayos que le otorga sensaciones de dinamismo, vértigo y aceleración. Por otro lado, los espejos exteriores se posicionaron sobre las puertas.
En el sector posterior hay un gran portón trasero plano de aluminio con delicados bordes que lo rodean. A su vez, la luz de freno LED está por encima de la luneta trasera que abarca todo el ancho. Más abajo surge el fino alerón que no solo representa una gran solución estética, pues se despliega automáticamente a 120 km/h para mejorar la aerodinamia.
El remate del Cayman S son sus tubos ovalados de doble escape que trasmiten mayor profundidad y confirman lo que se insinúa desde el frente en cuanto al poder de su motorización.
Diseño Interior:
La sensación al ingresar en el habitáculo del Cayman S es la de sentarse en un auto de competición, donde se respira aire deportivo en cada rincón, pero también con el lujo y la distinción clásicos de la marca, y en un interior que ayuda al conductor a concentrarse solo en la conducción.
Es difícil encontrar adjetivos para calificar la calidad de los materiales y terminaciones. Estamos hablando de excelencia en la industria automotriz. Por ello no hay demasiado que agregar, simplemente afirmar que es posible diseñar un interior elegante, deportivo y sobrio a la vez.
Antes que nada, el placer se empieza a disfrutar en sus acogedoras butacas deportivas, que tienen, lógicamente, una posición baja como en todo auténtico deportivo, lo que genera una cierta dificultad al bajar del Cayman. La nueva generación viene con impecables tapizados de cuero, que opcionalmente pueden ser bicolores, combinando el gris Agata, color base con oro lema, gris cemento o naranja Ambar.
Desde allí nos sentimos verdaderos pilotos, aunque encontramos todo dispuesto como en un sedán de lujo. La consola central fue ubicada de manera ascendente con una nueva concepción que busca integrar al que maneja y facilitarle las tareas para que no se distraiga. Uno de los objetivos es acerca bien a la palanca de cambios para mayor rapidez en los movimiento de volante a selectora y para obtener un pasaje de cambios más veloz.
Los comandos fueron ubicados en bloques de manera intuitiva y son fáciles de operar. La cerradura de encendido está, naturalmente, a la izquierda. Por su parte, el volante deportivo de tres radios presenta un destacado tacto y un agarre cómodo.
Al abrir el portón encontramos dos topes que podrían ser topes de elementos de suspensión pero la realidad es que ahi se ubican las tapas de carga de los depósitos de agua y aceite del motor.
La capacidad del baúl es de 280 litros repartidos entre un baul delanteró de 150 litros de capacidad y otro trasero de mucha menor capacidad que se accede mediante la apertura del portón.
Instrumental:
El panel de instrumentos se despliega con tres grandes cuadrantes circulares sobre un fondo negro que le proporciona una excelente visualización. El del extremo derecho es una pantalla TFT de 4,6” que ofrece datos de la computadora de a bordo, el audio, la conexión telefónica y las configuraciones personalizadas del vehículo. Allí podrán ver, por ejemplo, cuánta presión tiene cada uno de los neumáticos.
En el medio se encuentra el cuentarrevoluciones, con número blancos grandes, e integra en el centro a todos los testigos de los asistentes electrónicos. Además, en las versiones con caja automática, aparece el indicador de marcha. A la izquierda está ubicado el velocímetro, con números del 0 al 300 km/h y un indicador digital en la parte inferior.
Equipamiento:
A pesar de que el Cayman, como toda la gama Porsche, hace un culto a la elegancia, la distinción y el confort, su nueva generación suma nuevos elementos que enriquecen su nivel de equipamiento. En esta oportunidad, nos centraremos en los más significativos.
Toda los Cayman trae por primera vez el sistema Entry-Drive, por el cual se pueden desbloquear y bloquear puertas y baúl e incluso arrancar el motor, sin la necesidad de utilizar la llave. Cuando alguien toca la manija de la puerta, el sistema consulta un código de acceso memorizado en la llave. Si es correcto desbloquea la puerta y permite el ingreso en el habitáculo.
Una pantalla multifunción VGA de alta resolución y 4,6 pulgadas, indica las funciones más importantes de la computadora de a bordo y otros datos destacados como los mapas del navegador satelital incorporado opcional y el sensor de estacionamiento.
Para este modelo, Porsche y Burmester desarrollaron un equipo de audio especial, con una potencial total y calidad de sonido destacadas en el segmento de los deportivos. Unos doce parlantes con control individual incluido un subwoofer activo integrado en la estructura del vehículo se suman a los doce canales de amplificación con una potencia total de más de 800 watts. Es que algo tenían que hacer para que el rugido de esos motores dejara disfrutar de las melodías del interior.
Todas las versiones adicionan el Control de Velocidad Crucero Adaptable, un sistema de confort que incide directamente en la seguridad. Además de mantener una velocidad constante previamente seleccionada por el conductor, posee una serie de sensores que determinan las situaciones del tránsito y si detecta el peligro, alerta al conductor y hasta actúa sobre el sistema de frenos para detener al vehículo.
Ahora todos los Cayman están equipados de serie con un sistema de aire acondicionado con filtro de carbón activo integrado. A su vez, el sistema automático de climatización bizona con regulación independiente de la temperatura para conductor y acompañante, figura entre la lista de opcionales. El sistema incluye un control automático de recirculación que mide permanentemente la calidad del aire, reduce la humedad ambiental y reemplaza en caso necesario de la modalidad de ventilación exterior a la de recirculación de aire.
Seguridad:
En el Cayman S la protección de todos sus pasajeros fue concebida desde el diseño y la fabricación de su estructura. Es que se basa en un principio de arquitectura tipo sándwich, donde fueron utilizados diferentes componentes livianos para elevar la seguridad y ahorrar considerablemente peso en relación a su antecesor. El Cayman S tiene 30 kilos menos que su antecesor.
La estructura de las puertas, la zona inferior delantera y el portón trasero son de aluminio. El 44 % de la carrocería está diseñada en este material. Por su parte, las zonas de deformación delantera y trasera cuentan con paragolpes integrados de aleación ligera.
La nueva gama Cayman incorpora airbags para conductor y acompañante que se despliegan en dos etapas, dependiendo de la severidad del impacto. Con el objeto de detectar la gravedad y dirección del choque, no sólo cuenta con los sensores en la unidad central, sino que también adiciona dos sensores en la zona de los faros. Así se puede evaluar el accidente con mayor anticipación y precisión.
El Cayman S, además, está equipado con el sistema Porsche Side Impact Protection System (POSIP), integrado por dos airbags laterales de cada lado: uno de tipo toráxico ubicado en los flancos exteriores de los asientos, y uno que protege el cuello y la cabeza situado en los paneles de puerta, y que se despliega de abajo hacia arriba. A estos elementos se le suman las barras de protección laterales (con acero de alta resistencia) que están integradas a las puertas.
Otro importante equipamiento de serie es el Porsche Stability Management (PSM), que se encarga, en forma automática, de la estabilización y la tracción del vehículo en situaciones límite derivadas de la dinámica de conducción. ¿Cómo trabaja? A través de una serie de sensores determina cuál es la dirección y la velocidad de circulación, la velocidad de giro del eje vertical y la aceleración transversal. Con esos parámetros, calcula la dirección efectiva del movimiento. Si la dirección se desvía de la trazada por el conductor, comienza a ejecutar una serie de acciones preventivas, con frenados selectivos sobre cada una de las ruedas. Así consigue estabilizar el vehículo.
El PSM trabaja junto al Diferencial Automático de Freno (ABD) y el Control Automático de Tracción (ASR) brindando tracción sobre superficies irregulares, mayor control, agilidad y seguridad.
Motor y Transmisión:
El Porsche Cayman S dispone de un propulsor bóxer de 3.4 litros de 325 CV y reciente desarrollo, afinado para una conducción deportiva, posee seis cilindros ubicado en la parte trasera pegado a las butacas delanteras. Es un motor atmosférico, construido todo en aluminio, con cuatro válvulas por cilindro, doble árbol de levas, admisión variable e inyección directa.
Cada accionamiento del acelerador se traduce directamente en aceleración. El par máximo del motor está disponible en una amplia banda de revoluciones que empuja espectacularmente entre las 1.000 y 8.000 rpm, límite donde la caja de doble embrague efectua el pasaje de marcha.
La caja de doble embrague denominada PDK de 7 velocidades se puede conducir de forma automática en versión normal y en versión deportiva, aunque también puede ser utilizada en forma manual mediante las levas al volante.
Comportamiento:
Inmediatamente al sentarnos en el Cayman S notamos el perfecto ajuste de las butacas permitiendonos sentir la agresiva posición de manejo. En nuestro contacto con este Porsche Cayman S nos bastaron unos pocos kilómetros para comprobar que se trata de un auto ágil, dinámico, con arranques enérgicos y reacciones instantáneas. Todo gracias a la combinación de su tremendo motor con la caja automática de doble embrague que le permiten sorprende con la aceleración y potencia.
Al trabajo del propulsor y la transmisión se le suman unas suspensiones que fueron claramente diseñadas para el manejo deportivo, y realmente no nos molestó que esa configuración penalice un poco el manejo en ciudad porque la disfrutamos mucho en ruta.
En situaciones complicadas, como curvas pronunciadas, no perdió la trayectoria, se mantuvo firme. Recordemos que hay una serie de asistentes que pueden contrarrestar las tentaciones en las que puede caer aquel que maneja un Cayman S.
La dirección tiene la docilidad y la firmeza justas para combinar agilidad y control. Por su parte, los frenos nos sorprendieron positivamente. Porsche ha trabajado en este aspecto y lo mejoró aumentando el diámetro de los discos delanteros y la refrigeración.
En síntesis, un auto para disfrutar al máximo, donde la deportividad no es una simple palabra marketinera sino una realidad que se percibe con los pies y con las manos.
Este Cayman es referente en el segmento, mejor balance, deportividad, conducción, calidad, equipamiento, motor…. es una bestia!