La NASA y General Motors están trabajando juntos para acelerar el desarrollo de la próxima generación de robots y de tecnologías relacionadas, para el uso conjunto de las industrias automotriz y aeroespacial.
Usando diferentes tecnologías de última generación, científicos de la NASA e ingenieros de GM firmaron un acuerdo en el Centro Espacial Johnson de la NASA para construir un nuevo robot humanoide, capaz de trabajar codo a codo con seres humanos, ya sea en la fabricación de autos más seguros en plantas más seguras o asistiendo a los astronautas de la NASA en misiones espaciales peligrosas.
La idea de usar robots humanoides, capaces de usar sus manos para trabajar en áreas de mayor complejidad, no es nueva en la industria aeroespacial. El Robonaut (Robonauta), un robot humanoide diseñado para viajes espaciales, fue construido hace 10 años por la División Software, Robótica y Simulación de Johnson en un esfuerzo de colaboración con la Agencia del Proyecto de Investigación Avanzada de Defensa. Durante la última década, la NASA ha obtenido una gran experiencia en el desarrollo de tecnologías robóticas para usos espaciales.
“Nuestro desafío hoy es construir máquinas que puedan ayudar a los humanos en su trabajo y a explorar en el espacio”, sostuvo Mike Coats, director del Centro Johnson. Trabajando junto a los seres humanos o dirigidos a donde están los riesgos más grandes para la gente, máquinas como Robonaut (Robonauta) ampliarán nuestra capacidad para la construcción y el descubrimiento”.
Esta sociedad está generando avances tecnológicos que permitirán a GM desarrollar vehículos más seguros, y fabricarlos en plantas más seguras. La estrategia de GM es desarrollar procesos de ensamble que integren la tecnología robótica con la gente. Además, GM está buscando activamente diferentes maneras de aplicar la tecnología para desarrollar sistemas de seguridad vehicular de avanzada.
“La visión de esta alianza es explorar los robots de avanzada que trabajen en armonía con personas, construyendo vehículos mejores, de las más alta calidad, en un ambiente de fabricación más competitivo” dijo Alan Taub, vicepresidente de GM para la investigación y desarrollo global.
Las dos organizaciones junto con la ayuda de ingenieros de Oceaneering International Inc. fueron capaces de desarrollar y construir la iteración siguiente del Robonaut, Robonaut2, o R2, un robot más rápido y con mayor tecnología de avanzada. Esta nueva generación puede utilizar sus manos para hacer el trabajo más allá del alcance de los robots humanoides previamente desarrollados. Y pueden hacerlo de forma segura en conjunto con las personas, una necesidad tanto en la Tierra como en el espacio.
La NASA y GM tienen una larga historia, rica en alianzas en tecnologías clave, comenzando en los años 60 con el desarrollo de los sistemas de navegación para las misiones Apolo, y que sentaron las bases para los sistemas de navegación de los vehículos actuales. GM también desempeñó un papel vital en el desarrollo del vehículo lunar de Rover, el primero que se usó en la Luna. Esta última asociación entre NASA y GM se centra en el desarrollo y uso de tecnología robótica de avanzada y está proporcionando una oportunidad de colaboración para llevar a la robótica a un nivel superior.