Después de Monza, donde se eligieron los dos neumáticos más duros de la gama Pirelli F1, la Fórmula Uno se dirige ahora a Singapur donde se usarán los dos compuestos más blandos: P Zero amarillo blandos y P Zero Rojo superblandos.
Singapur es un circuito urbano muy inusual. La carrera se realiza de noche, por lo tanto, la evolución de la pista y la temperatura son diferentes al curso normal de un Gran Premio de día.
No obstante, las temperaturas ambientales en general siguen siendo altas lo que significa que, junto con la naturaleza cerrada de la pista en el corazón de la ciudad, se trata de una de las pistas más exigentes físicamente para los corredores del año.
La tracción y el frenado son los elementos clave para el circuito urbano de Marina Bay y también hay una superficie llena de baches, lo que hace que la búsqueda de tracción consistente sea más difícil. Singapur tiene más curvas que cualquier otra pista en el calendario de la F1, lo que implica aun más trabajo para los neumáticos.
Paul Hembery, director de motorsport de Pirelli: “Siempre es un gran placer para nosotros venir a Singapur, que ha logrado convertirse en una de las carreras más espectaculares del año. Correr bajo las luces en una ciudad tan vibrante ofrece una atmósfera increíble que muestra a la Fórmula Uno en su mejor momento.”
En Singapur es fundamental la tracción y el frenado. En particular, los neumáticos traseros se trabajan en la salida de todas las curvas lentas. El neumático trasero izquierdo se destaca especialmente, ya que tiene que hacer frente a ambas aceleraciones longitudinales y laterales. La tracción se ve aun más comprometida por la superficie desigual de las carreteras normales utilizadas para el circuito.
El neumático superblando es de bajo rango de trabajo, capaz de lograr un rendimiento óptimo incluso en una amplia gama de bajas temperaturas. El neumático blando por el contrario es un compuesto de alto rango de trabajo, adecuado para las temperaturas más altas. La temperatura ambiente suele ser entre 30 y 35 grados y aun no ha habido una carrera en mojado.
Singapur tiene mayor abrasión que la mayoría de los circuitos urbanos, por lo que la evolución de la pista es lenta, como pasa generalmente en instalaciones no permanentes. Las lluvias por la tarde – un fenómeno frecuente – también tienen efecto de lavado que elimina una gran cantidad de goma que ya ha sido desechado.
