La etapa entre Chilecito y Copiapó, ya del lado chileno, resultó ser muy dura para algunos camiones, entre ellos el de Gerard de Rooy, que aceleraba al máximo para vencer a los Kamaz y entró muy rápido en una zanja.
Esto acabó con el árbol de transmisión roto y Pep Vila acudió a su rescate. El holandés llegó al campamento a la 1 am y queda así muy lejos de la punta, pero sigue en competencia.
El espíritu Dakar se vivió ayer por la tarde entre los pilotos de Iveco, cuando Gerard de Rooy se vio en apuros por un leve accidente que rompió parte de su Powerstar. Allí llego unos minutos después su compañero de equipo Pep Vila, que intentó reparar el camión y terminó quitándolo de la zona peligrosa.
«En el km. 65, Gerard rompió el puente trasero al entrar muy fuerte a una zanja. Rompió el árbol de transmisión. Yo intenté ayudarlo pero no tenía las piezas necesarias. Lo remolqué para sacarlo de donde estaba y luego Gerard me dijo que siguiera«, relató el catalán Pep Vila, quien asistió al Powerstar de De Rooy en la Etapa 4.
«A mí me quedó un duro camino luego. Perdí 40 minutos. Fue difícil hacer las dunas de Copiapó de noche, eran 100 kilómetros muy complicados. Había muchos camiones, motos y autos que tuvieron que pasar allí la noche«, añadió Pep Vila.
Afortunadamente, antes de medianoche el Iveco Powerstar de Gerard de Rooy pudo retomar su marcha y arribó al campamento de Copiapó alrededor de la 1 am, por lo que continúa en competencia con el Camión en funciones y largará el día de hoy en el puesto 26 a las 14:58.
