Lo había adelantado Pablo Di Si, CEO de VW para América del Sur: cada región tendrá cierta independencia y podrán tener desarrollos propios adaptados a las necesidades específicas de los clientes y hacia allí apunta la marca. De acuerdo a la web Automotive News Europe, la marca alemana planea desarrollar una evolución de la plataforma MQB-A0 que será exclusiva para los denominados mercados emergentes, como Brasil, Rusia, India y el resto de América Latina.
¿A qué se debe esta diferenciación? Principalmente a que la compañía sabe que en dichos países/regiones, el proceso de electrificación será más lento, por lo que los vehículos con motor de combustión interna aún tienen bastante camino por delante, por lo que contar con una plataforma modular y versátil es clave. En ese sentido, esta evolución de la arquitectura que actualmente utilizan el Polo, Virtus o T-Cross permitirá desarrollar todo tipo de vehículos de 4 a 4,7 metros de largo y capacidad de hasta siete pasajeros.
Al igual que algunos productos creados especialmente para el mercado indio, el Grupo Volkswagen cederá la responsabilidad de este proyecto a Skoda, una de sus marcas con posicionamiento más accesible. Según Jiri Dytrych, quien encabeza el trabajo sobre esta plataforma, a diferencia de la actual MQB-A0, su evolución no será creada en Europa para luego ser producida de manera global, sino que tendrá su origen desde los mismos mercados emergentes. De acuerdo a los cálculos de la firma checa, la venta de vehículos con motor de combustión seguirá creciendo hasta un 58% más en los próximos diez años, llegando a 7,5 millones de unidades, cifra que se incrementará hasta 8,5 millones hacia 2036.
Considerando lo lucrativo que aún resultará tener vehículos convencionales, suena lógico que el Grupo Volkswagen no se desprenda del todo para aquel momento de sus productos con motores de combustión interna. Y es para ellos esta nueva plataforma que deberá ser lo más flexible posible, enfatizó el ejecutivo.
El hecho de que los vehículos desarrollados a partir de esta arquitectura no serán comercializados en Europa o China hace que la marca no tenga que preocuparse por cumplir las exigentes normativas de emisiones que rigen allí, lo que le dejará a Skoda más libertad en el proceso. Eso sí, al igual que la MQB global, admitirá mecánicas híbridas –algo que fue confirmado por Dytrych-, aunque también aclaró que no está preparada para mecánicas 100% eléctricas.
Otro punto importante para reducir costos y lograr un valor bajo de producción es que la marca checa replicará la estrategia que ya aplicó en India: allí, el 95% de los componentes de la plataforma MQB-A0 IN son de fabricación local y buscará que en Brasil o Rusia, se alcance ese mismo porcentaje, haciendo que también pueda desarrollarse la industria autopartista local e incluso pueda recibir incentivos por parte de los gobiernos. Para ello, buscará características que le permitan ofrecer productos que atiendan las demandas del público. En ese sentido, Dytrych ejemplificó: “Rusia lleva a la seguridad y los crash test a un nivel mucho más alto que América del Sur, pero los clientes indios demandan mayor integración con los smartphones que los rusos”.
Eso sí, para que veamos un producto creado a partir de esta arquitectura, habrá que esperar bastante: no será el Polo Track, ya confirmado para 2023, sino para después de 2025, luego del actual ciclo de inversiones anunciado para el país vecino.