Era el final esperado. Ya desde el año pasado prácticamente se estaban contando los meses que faltaban hasta que llegó la confirmación: el Renault Mégane finalizó definitivamente su producción el 5 de abril en la planta española de Palencia, dando un cierre a su historia de más de 30 años y cuatro generaciones. Cabe aclarar que su derivado SUV –que en realidad sólo comparte el nombre, ya que se trata de un producto y concepto completamente diferente y 100% eléctrico- por supuesto que continuará fabricándose como uno de los pilares de la gama E-Tech.
Con varios años en el mercado, la cuarta generación no tendrá un sucesor directo. Como ya se sabe, los hatchbacks tradicionales están en retirada, desplazados por los SUV’s y la electrificación. En ese sentido, la firma del rombo se había planteado el siguiente dilema: que su reemplazo sea directamente el Mégane E-Tech Electric o desarrollar un nuevo producto que ocupe su lugar. Considerando que aún hay una parte del público que sigue prefiriendo productos con motor de combustión, la compañía eligió esta segunda opción.
Al igual que sucedió con el Clio y la Captur que se aseguraron su supervivencia por algunos años más hasta que se complete la transición hacia la electrificación total, algo similar ocurrirá con el reemplazo del Mégane: la firma del rombo ya está trabajando en un nuevo modelo pero que poco y nada tendrá que ver con el mediano ya que, como lo demanda el mercado, será un Sport Utility con nombre propio: Symbioz.
Este nuevo producto todavía no tiene una fecha de presentación definida, pero ya se conocieron algunos teasers. Por lo que se llega a observar en las imágenes, su aspecto tomará algunos rasgos del Austral y del Rafale, como sus trazos bien marcados y líneas afiladas, especialmente en el sector frontal con las luces de circulación diurna de formato triangular o el diseño de las ventanillas, con una línea de cintura alta y ascendente hacia el pilar C.
Desarrollado sobre la plataforma CMF-B, tendrá dimensiones superiores a las del Captur por lo que se ubicará en el segmento C, ocupando el lugar dejado por el Mégane hatchback. Precisamente, en cuanto a sus cotas, se sabe que medirá unos 4,41 metros de largo y promete destacarse por su gran habitabilidad y capacidad de carga. Otro de sus elementos diferenciales será el enorme techo panorámico, que podrá oscurecerse en pocos segundos mediante la aplicación de una corriente eléctrica sobre una película integrada e el cristal, un sistema heredado del Rafale y similar a la que utilizan algunos aviones.
Mecánicamente, por el momento está confirmada la motorización E-Tech Hybrid de 145 CV compartida con el Captur y que se destaca por su eficiencia y bajas emisiones, pudiendo funcionar en modo eléctrico durante varios kilómetros.
