Mientras el Mustang Mach-E o la Kuga/Escape Hybrid representan el lado más ecológico y comprometido con la electrificación de Ford, el Mustang y la F-150 –que tendrá su versión eléctrica- se mantienen firmes a las tradiciones y al sentir de un vehículo típicamente estadounidense. La marca ya dejó en claro que los V8 no desaparecerán de un día para el otro y aunque el downsizing parece ser la norma, sorprendentemente también parece que va a haber lugar para que regresen las grandes cilindradas: según el líder de uno de los sindicatos del sector automotriz más importantes de Canadá, la marca del óvalo se prepara para producir un bestial V8 de 6.8 litros.
Jerry Días, presidente de Unifor, el sindicato privado más grande de Canadá aseguró en una conferencia de prensa llevada a cabo hace unos días atrás la confirmación de un acuerdo de inversión de U$S 2.000 millones para varias plantas afiliadas al gremio con el fin de reacondicionarlas y fabricar allí nuevos productos, tanto vehículos como motores. De ese total, U$S 1.800 millones se destinarían a reconvertir el complejo industrial de Oakville para producir vehículos eléctricos y otros U$S 148 millones para finalizar la construcción de la planta de componentes mecánicos de Windsor, donde se fabricarían el icónico propulsor Coyote V8 5.0 junto con este nuevo motor de 6.800 centímetros cubicos o 415 pulgadas cúbicas según el sistema métrico norteamericano.
Está claro que este auténtico Big Block no será utilizado por la mayoría de las versiones del Mustang ni de la F-150, sino para sus variantes más radicales preparadas por Shelby, como el próximo GT500. A la vez, sería un rival directo para la RAM TRX, por lo que su potencia debería rondar los 700 CV.
Al conocerse esta información, inmediatamente comenzaron los rumores y preguntas, aunque por supuesto desde Ford no brindaron respuestas ya que como es habitual, la compañía prefiere no hablar de sus proyectos a futuro. Las especulaciones más llamativas plantean incluso que podría tratarse de un V10 en lugar de un V8, dado que la marca ya utilizó esta configuración hace varios años atrás, incluso en su línea de utilitarios.
¿Cuáles de todos estos pronósticos se cumplirán? Por ahora no queda más que esperar. Se espera que la nueva generación del muscle car de Ford sea presentada hacia finales de 2022, ya como modelo 2023. Posiblemente a medida que se aproxime ese año se vayan conociendo más detalles. Lo que sí es seguro es que la popular frase “There’s no replacement for displacement” (traducido literalmente como “no hay reemplazo para el desplazamiento”, en referencia a la cilindrada), sigue más vigente que nunca. El consumo o las emisiones ya son un tema aparte.