A poco más de dos años de su presentación, Audi decidió actualizar sus SUV’s eléctricos que por ahora son los más accesibles de la gama: el Q4 e-tron y su derivado “coupé”, el Q4 Sportback e-tron, recibieron leves retoques estéticos y de equipamiento, pero sobre todo una nueva motorización que le otorga un plus de potencia y prestaciones, aumentando además su autonomía. Además, ambos comenzarán a ser producidos no solo en la planta alemana de Zwickau –donde se fabrican junto al Volkswagen ID.4-, sino también en Bruselas.
Desarrollados sobre la plataforma modular eléctrica MEB –de ahí su parentesco con el SUV de Volkswagen-, no hay modificaciones importantes a nivel de diseño, con el sector frontal está inspirado en su hermano mayor, el e-tron y en los SUV’s más grandes de la marca, como el Q8, con una figura que combina trazos rectos con músculo y formas angulosas. Allí, lo primero que llama la atención es que al igual que el renovado Q5, cuenta con faros Oled, que serán personalizables: el conductor podrá elegir el diseño de la firma luminosa según el modo de conducción seleccionado. También sobresale la enorme parrilla hexagonal carenada –no tiene una función de refrigeración- y las tomas de aire de los extremos del paragolpes, que contribuyen a darle una imagen muy agresiva. Como novedad, dependiendo de la versión, los faros pueden ser tintados u oscurecidos.
De perfil también luce un estilo bastante similar al Q5, especialmente en la variante convencional, con el típico remate posterior de los SUV’s de Audi, con la tercera ventanilla sobre el pilar C, que adopta un estilo tipo fastback en el caso de la versión Sportback. La serie especial Edition S agrega llantas de aleación de 21 pulgadas de color dorado.
Puertas adentro, se destaca por un diseño mucho más arriesgado y de aspecto tridimensional, dejando de lado la habitual sobriedad que caracterizaba a la marca. No faltan los gadgets tecnológicos, como el instrumental 100% digital –con display de 10,25”- ni dos pantallas adicionales, una para el sistema multimedia y otra para operar los mandos del climatizador. Mención aparte para la incorporación de un Head-Up Display de 10,1” con tecnología de realidad aumentada que proyecta información en el parabrisas sobre la navegación, autonomía restante, velocidad, etc. y que será ofrecido como opcional. A partir de esta actualización, toda la gama dispone del instrumental Audi Virtual Cockpit, portón trasero eléctrico, butacas delanteras calefaccionadas, sistema multimedia MMI y asistente de cambio automático de carril.
Más allá de las novedades tecnológicas, lo más importante se da en el apartado mecánico: ambos SUV’s recibieron las mismas mejoras que Volkswagen implementó en la plataforma MEB, con el nuevo motor AP550. La anterior versión e-tron 40 fue reemplazada por la e-tron 45, elevando la potencia de 204 a 286 CV, con una notable mejora en performance, acelernado de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos (antes 8,5 segundos). En el otro extremo aparece el e-tron 55, que sustituye al anterior e-tron 50. En este caso, la potencia pasa de 299 a 340 CV, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos (antes 6,2 segundos). Esta es la única versión que posee tracción integral quattro, incorporando un propulsor en el eje delantero.
En ambos casos, la batería de iones de litio es de 77 kWh, ofreciendo una autonomía de 562 kilómetros para el e-tron 45 y de 517 kilómetros para el e-tron 55. Los dos son aptos para cargadores ultra-rápidos de hasta 135 kW y 175 kW respectivamente, reduciendo considerablemente los tiempos de recarga.
La gama 2024 del Audi Q4 e-tron estará disponible en los concesionarios europeos hacia fin de año.