Se terminaron las pocas incógnitas que quedaban por develar: Audi finalmente presentó los nuevos Q4 y Q4 Sportback, sus nuevos SUV’s eléctricos que se posicionarán por el momento como los modelos más accesibles de la gama e-tron y tienen mucho en común con el Volkswagen ID.4.
Desarrollados sobre la plataforma modular eléctrica MEB –de ahí su parentesco con el SUV de Volkswagen-, su diseño ya había sido anticipado en un par de ocasiones, tanto el de la versión convencional como la que cuenta con estética de “coupé” en adelantos publicados por la propia firma de Ingolstadt, aunque con una pintura que camuflaba algunas de sus líneas. A nivel de diseño, el sector frontal está inspirado en su hermano mayor, el e-tron y en los SUV’s más grandes de la marca, como el Q8, con una figura que combina trazos rectos con músculo y formas angulosas. Allí, lo primero que llama la atención es que al igual que el renovado Q5, cuenta con faros Oled, que serán personalizables: el conductor podrá elegir el diseño de la firma luminosa según el modo de conducción seleccionado. También sobresale la enorme parrilla hexagonal carenada –no tiene una función de refrigeración- y las tomas de aire de los extremos del paragolpes, que contribuyen a darle una imagen muy agresiva.
De perfil también lucirá un diseño bastante similar al Q5, especialmente en la variante convencional, con el típico remate posterior de los SUV’s de Audi, con la tercera ventanilla sobre el pilar C, que adoptará un estilo tipo fastback en el caso de la versión Sportback.
Puertas adentro, tal como los últimos productos presentados por Audi, se destaca por un diseño mucho más arriesgado y de aspecto tridimensional, dejando de lado la habitual sobriedad que caracterizaba a la marca. No faltan los gadgets tecnológicos, como el instrumental 100% digital –con display de 10,25”- ni dos pantallas adicionales, una para el sistema multimedia y otra para operar los mandos del climatizador. Mención aparte para la incorporación de un Head-Up Display de 10,1” con tecnología de realidad aumentada que proyecta información en el parabrisas sobre la navegación, autonomía restante, velocidad, etc. y que será ofrecido como opcional.
En cuanto a dimensiones, ambos miden 4.588 mm de largo, 1.865 mm de ancho y cuentan con una distancia entre ejes de 2.764 mm. Las diferencias aparecen en el alto (1.632 mm en el e-tron y 1.613 mm en el Sportback), el CX (0,28 vs. 0,26 respectivamente) y en la capacidad del baúl (520 litros vs. 535 litros).
Mecánicamente, se confirmó lo que indicaban algunos rumores y se agregó una versión adicional: habrá tres versiones, Q4 35 e-tron con motor eléctrico de 170 CV (ubicado en el eje trasero) y batería de 55 kWh con una autonomía de 341 kilómetros según el ciclo WLTP (349 km en el Sportback); Q4 40 e-tron con motor de 204 CV (ubicado también en el eje trasero), batería de 77 kWh y autonomía de 520 kilómetros para ambas variantes; y Q4 50 e-tron quattro, con dos motores (uno en el eje delantero y otro en el posterior) de 299 CV y una batería de 77 kWh que le proporcionará 488 kilómetros de autonomía (497 km en el Sportback). La versión más potente podrá acelerar de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada electrónicamente de 180 km/h. Todas las versiones disponen de un cargador convencional de 7,4 u 11 kW, siendo aptas también para cargadores rápidos de 100 y 125 kW de potencia.
Tal como señalamos hace algunas semanas atrás en otro artículo, la producción ya comenzó en la planta alemana de Zwickau, por lo que su lanzamiento está confirmado para junio, contando con suficientes unidades en stock para el mercado europeo. El precio del Q4 e-tron arrancará en 44.460 euros, mientras que la versión Sportback –disponible un par de meses después- costará desde 46.560 euros. Su llegada a nuestro país está en estudio.