Audi acaba de completar la gama del Q6 e-tron: tal como se esperaba, la variante Sportback fue presentada en el Salón de París, meses después de la versión convencional y por supuesto se destaca por su figura más estilizada. Con el característico estilo de los SUV’s coupé de la firma de Ingolstadt, es unos milímetros más bajo y más corto que el Q6, lo que le otorga una figura más agresiva y que transmite mayor dinamismo, aunque sacrifica algo de capacidad del baúl.
Desarrollado sobre la plataforma modular PPE cuenta con un diseño con ciertos rasgos compartidos por sus hermanos mayores pero también propios, posiblemente anticipando la estética de los futuros vehículos eléctricos de la firma de Ingolstadt, con faros más rasgados y divididos en dos, la característica parrilla singleframe carenada y una máscara de color negro que cubre gran parte del frente. La mayor particularidad del Sportback es, como señalamos anteriormente, su perfil con silueta fastback, que le da una apariencia más deportiva para quienes busquen un producto más diferenciado y a la vez, lo hacen más aerodinámico, lo que se traduce en un pequeño plus de autonomía.
Puertas adentro, ese salto en diseño también se reflejará ya que el Q6 destaca aún más la tecnología, con dos enormes pantallas de 11,9 y de 14,5 pulgadas para el instrumental y el sistema multimedia, más un display adicional de 10,9” para el sector del pasajero. Dispone además de un avanzadísimo sistema de órdenes por voz, Head-Up Display (opcional), sistema de estacionamiento asistido, control de velocidad crucero adaptativo, aviso de cambio de carril, alerta por distracción y sueño, frenado autónomo de emergencia y hasta un equipo de sonido Bang & Olufsen con 22 parlantes y un amplificador de 830 W.
Mecánicamente, el Q6 e-tron está impulsado por dos motores eléctricos que entregan en conjunto 388 CV, alimentados por una batería de iones de litio con refrigeración líquida de 95 kWh de capacidad, que le permiten recorrer hasta 636 kilómetros. Como dato curioso, la diferencia con el Macan –con el que comparte plataforma- es que el Porsche utiliza dos motores síncronos, mientras que el SUV de Audi emplea en el eje delantero un propulsor asíncrono (menos potente, pero más económico de producir) que puede ser desconectado de acuerdo a la demanda de potencia y par, reduciendo el consumo. Más adelante se sumará una versión con una batería más pequeña –de 79 kWh- e incluso opciones sólo con motor y tracción trasera.
La variante deportiva, SQ6 e-tron, eleva la potencia a 516 CV, con una perfomance destacable: acelera de 0 a 100 km/h en apenas 4,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 230 km/h (limitada electrónicamente). La batería también es de 95 kWh, pero reduce su autonomía a unos igualmente respetables 590 kilómetros. Para su recarga, posee una arquitectura eléctrica de 800 V, apta para cargas ultra-rápidas con las que podrá recuperar 255 kilómetros de autonomía en 10 minutos o pasar del 10 al 80% en 20 minutos.
El Sportback se sumará oficialmente a la gama del Q6 hacia fin de año, momento en el que habilitará los pedidos, con el objetivo de entregar las primeras unidades durante el primer trimestre de 2025.