Casi en simultáneo con la presentación del SQ8, Audi aprovechó para develar una importante actualización del Q7, que lo deja en igualdad de condiciones frente al resto de la gama de SUV’s de la firma de Ingolstadt en cuanto a diseño y tecnología.
A nivel estético, los cambios son bastante profundos y dejan de lado la sobriedad que caracterizaba a la actual segunda generación del Q7 por una imagen mucho más agresiva y deportiva, inspirada en el Q8. Entre las modificaciones se destacan los nuevos faros Matrix Led con un diseño en forma de flecha para las luces de circulación diurna y sobre todo la enorme parrilla y toma de aire frontal, de aspecto más tridimensional, con la grilla en color negro y el marco cromado. También el paragolpes fue replanteado por completo siguiendo ese acento más deportivo y llama la atención por las dos grandes tomas de aire ubicadas en los extremos que resaltan el ancho del vehículo.
De perfil, además de estrenar nuevas llantas de aleación, toda la parte baja del SUV recibió protecciones en plástico negro con un zócalo en color aluminio en la zona inferior de las puertas.
En la parte trasera, también se rediseñaron el portón y las luces –también con un iluminación de Led en formato de flecha-, así como el paragolpes, que incorpora las protecciones en plástico negro junto con la doble salida de escape en color aluminio.
Puertas adentro, el tablero se actualizó por completo, tanto estética como tecnológicamente, con un diseño muy parecido al que podemos encontrar en el Q8 o el A7, también de aspecto más tridimensional y deportivo. En él se destaca la incorporación de una tercera pantalla que concentra las funciones de la climatización (de cuatro zonas) y otros sistemas del vehículo, complementando al Virtual Cockpit (tablero 100% digital configurable por el conductor) y a la enorme pantalla del sistema multimedia MMI.
Mecánicamente, toda la gama pasó a contar de serie con el sistema Mild-Hybrid o micro-híbrido, con batería, sistema eléctrico y compresor de 48V que asiste al motor de combustión en determinadas ocasiones y ayuda a lograr una mayor eficiencia y reducción del consumo. Mantiene en su oferta el propulsor naftero 2.0 TFSI de 333 CV, así como el diésel V6 3.0 TDI de 218 y 286 CV y el poderoso V8 4.0 TDI biturbo de 435 CV y 900 Nm de torque para el SQ7, que también comparte con el SQ8. La transmisión corre por cuenta de la caja automática S-Tronic de 8 marchas y el conocido sistema de tracción integral quattro. Asimismo, la suspensión neumática fue reprogramada y Audi asegura que mejoró la dinámica de conducción ayudada además por un nuevo sistema anti-rolido.
Su lanzamiento en el mercado europeo está previsto para el mes de septiembre, por lo que estimamos que su arribo a nuestro país se dará a principios o mediados del año que viene.
No podían haber terminado de forma más bonita la parte trasera?
está mucho más logrado, el actual es muy clásico.. nada emocionante, se habrá notado en las ventas ¿? la vista posterior de este se como la versión familiar de un serán..