Finalmente Audi completó la trilogía Sphere: luego del cabriolet Skysphere y de la berlina Grandsphere, llegó el turno del Urbansphere, que plantea el posible regreso de los monovolúmenes en la era de la electrificación. Eso sí reconvertidos a lo que un producto de la marca debe transmitir: refinamiento, sofisticación y un óptimo rendimiento.
Su diseño había sido anticipado hace algunos días atrás mediante un teaser que revelaba parte de su silueta pero lo que más sorprende son sus dimensiones: 5,51 metros de largo –prácticamente el tamaño de una pick up full size norteamericana-, 2,01 metros de ancho, 1,78 metros de alto y una distancia entre ejes de 3,40 metros. Estéticamente, se destaca por sus líneas fluidas y la gran superficie vidriada que une el parabrisas y el techo con las ventanillas laterales. El frente transmite deportividad con la enorme parrilla singleframe con un entramado tipo diamantes e iluminado. Los faros son de Led, finos y alargados como los otros concepts Sphere. De perfil, tal como señalamos anteriormente, resaltan la fluidez de sus líneas, sin trazos muy marcados y las enormes llantas con terminación diamantada, mientras que en la parte trasera sobresalen las luces que se extienden a lo ancho del portón trasero, que culmina con un prominente alerón. El paragolpes está rematado por dos enormes difusores.
Las generosas dimensiones sobre las que hablamos en el párrafo anterior dan lugar a un espacioso habitáculo con sólo cuatro butacas individuales, lo que hace pensar que fue diseñado para ofrecer el máximo confort a bordo, como un vehículo ejecutivo más que para un uso familiar. Por supuesto cuenta con delicados materiales y revestimientos y una ambientación muy minimalista. Una de sus principales características es su avanzado sistema de conducción autónoma de nivel 4 (completamente automatizado). En este modo, con solo pulsar un botón se esconden el volante, los pedales y pantallas con información del vehículo para convertirse en una suerte de oficina móvil.
Desarrollado sobre la plataforma modular PPE compartida con Porsche, el Urban Sphere está impulsado por dos motores eléctricos que entregan en conjunto 401 CV y 690 Nm de par, dotándolo de tracción integral quattro. En cuanto a su alimentación, está equipado con una batería de 120 kWh de capacidad que le permite alcanzar una autonomía de hasta 750 kilómetros según el ciclo WLTP. Al igual que el Taycan o el e-tron GT, cuenta con una arquitectura eléctrica de 800V que permite cargas rápidas, pudiendo reabastecerse del 5 al 80% en menos de media hora o recuperar 300 kilómetros de autonomía en 10 minutos.
Más allá de ser develado por la firma de Ingolstadt y con la promesa de ser exhibido en el Salón de Pekín 2022, el Urban Sphere es en realidad un ejercicio de diseño al igual que los otros dos prototipos por lo que no se espera que pasen a producción. Son una suerte de vidriera para mostrar la visión de Audi de cara al futuro y su capacidad de desarrollo, aunque no quita la posibilidad de que el formato de monovolumen, al igual que las modas, vuelva a ser tendencia en algún momento.