El Clase G es un ícono entre los todoterreno que trascendió generaciones. Para seguir cautivando al público en general, tanto a propios como a ajenos al mundo del automóvil, Mercedes-Benz presentó este lunes en el marco del Día de San Valentín una llamativa campaña para comunicar los atributos de su producto, que desde hace más de 40 años se mantiene como referente en su categoría.
La película de ocho minutos lleva el mensaje de que un vehículo de tanta resistencia merece conductores que vivan para siempre. Es un viaje cinematográfico protagonizado por la estrella internacional Rimon, quien interpreta a una famosa cantante que vive un romance en secreto con Nathan. Por un lado, está su amor por el joven periodista, quien está irremediablemente enamorado de ella, y por el otro lado, está el glamour y su vida excéntrica-salvaje. El corto ilustra el conflicto entre dos mundos que no podrían ser más diferentes, y muestra un amor que supera estas divisiones. Todos los personajes, incluido el Clase G, se mueven en un universo de fantasía de seres inmortales como es el mundo de los vampiros.
Paralelamente a la campaña, la firma de Stuttgart abrió el nuevo y exclusivo G-Class Private Lounge, se trata de un espacio digital para la creciente comunidad de la Clase G en todo el mundo. Todos los fanáticos de la Gelandewagen ahora pueden compartir su pasión por este vehículo. El Private Lounge ofrece contenido exclusivo sobre el todoterreno, desde las últimas noticias hasta historias extraordinarias, contacto directo con expertos, entrevistas, eventos únicos y una plataforma de debate.
La nueva generación del Clase G fue presentada en el Salón de Detroit 2018 y el año pasado fue develada su variante eléctrica, el EQG, que sería lanzada en 2023. Las diferencias con el Clase G con motor de combustión son bastante pocas y puntuales: en el sector frontal el marco que une los faros y la parrilla fue pintado de color negro brillante y la parrilla –al ser carenada- cuenta con iluminación Led como en los demás productos de la familia EQ. Las tomas de aire del paragolpes permanecen, mientras que de perfil y en la parte trasera tampoco hay modificaciones importantes, salvo el diseño de las llantas de aleación y un panel iluminado imitando a un wallbox donde suele estar la rueda de auxilio, accesorio que en este caso fue utilizado para guardar los cables de carga.
Mecánicamente, Mercedes-Benz que además de su característico aspecto, una de las claves del Gelandewagen es su capacidad en el uso off road y para ello decidió dotar al EQG con cuatro motores –uno en cada rueda-, permitiendo repartir el torque y la potencia de manera individual. La transmisión corre por cuenta de una caja automática de dos velocidades, una de las cuales es para uso fuera del asfalto, ya que funciona como una reductora. Las cifras de potencia, par y la capacidad de las baterías –así como su autonomía- por ahora son un misterio, pero se habla de unos 500 CV y más de 400 kilómetros con una sola carga tomando como referencia otros eléctricos de la gama EQ.