Toyota se prepara para la próxima evolución –o revolución- en electrificación: la llegada de las baterías de electrolito sólido que reemplazarán a las actuales en estado líquido como las de iones de litio, ofreciendo mayor autonomía, menores tiempos de recarga y mayor seguridad en caso de accidente.
Si bien la firma nipona ya viene hablando de este proyecto en repetidas ocasiones, en esta oportunidad ya planteó una fecha estimada de lanzamiento: será entre 2027 y 2028. El por qué de ese plazo tiene que ver con dos de los principales desafíos de esta tecnología. Por un lado, su corta vida útil –algo en lo que la compañía ya está trabajando- y su elevado costo de producción, algo que bajará notablemente cuando se logre una fabricación a gran escala o masiva. De acuerdo a un estudio realizado por la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón, se estima que las baterías de estado sólido tienen actualmente un coste de entre 430 y 2.500 dólares por kWh, lo que multiplica entre 4 y 25 veces el costo respecto a las baterías de litio.
Tal como suele suceder con otras tecnologías, los primeros vehículos en utilizarlas serán los de alta gama, para luego ir expandiéndose a segmentos inferiores a medida en que aumente la capacidad de producción y se reduzcan los costos. Su llegada al mercado consolidará el avance de la electrificación, ya que como indicamos al principio, se destacan por su mayor autonomía sin tener que recurrir a paquetes de batería más grandes –con el consecuente ahorro en peso-, pudiendo recorrer hasta 1.500 kilómetros con una sola carga. Asimismo, permitirán cargas ultrarrápidas mucho más seguras y sin impacto en su durabilidad, ya que al no tener electrolitos líquidos inflamables hay un menor riesgo de fugas, explosiones o incendios.
Aunque lo mencionamos como una desventaja o un desafío aún por resolver, una vez que se logre una economía de escala terminarán siendo ventajosas incluso en costos, ya que cuentan con menos materiales para su fabricación. También se está trabajando en una fórmula de electrolito sólido de azufre-silicio, que permitiría obtener baterías más ligeras, baratas, de carga más rápida y alta capacidad de almacenamiento.
Casi en simultáneo y para cubrir la demanda actual mientras se completa el desarrollo de las baterías de estado sólido, Toyota presentará en los próximos años una nueva generación de baterías de iones de litio, que serán capaces de ofrecer una autonomía de alrededor de 1.000 kilómetros y recargas en apenas 20 minutos contando con el equipo adecuado o cargadores ultra-rápidos.
Con estos anticipos, la firma nipona quiere ponerse al frente en esta nueva tecnología frente a rivales como SAIC, Nissan o BMW que están trabajando en proyectos similares.
