El Clase G es un ícono para la marca, un todoterreno que durante décadas fue actualizándose sobre la base del modelo original y que recién en su actual generación fue replanteado por completo técnicamente, pero manteniendo casi intacto su diseño. Incluso tiene su continuidad asegurada en la era de la electrificación ya que pronto sumará una variante 100% eléctrica, el EQG. Si bien Mercedes-Benz ya cuenta con una amplia gama de SUV’s, hay lugar para uno más y ese sería ni más ni menos que un “mini-Clase G”.
El “Baby G”, tal como lo apodaron medios de prensa europeos, buscará convertirse en un producto más accesible que el Gelandewagen –que en sus últimas generaciones tuvo un posicionamiento muy lujoso y exclusivo-, pero respetando su filosofía aventurera, destacándose por sus capacidades off road. Este proyecto estaría siendo impulsado ni más ni menos que por el propio Ola Källenius, CEO de la firma de Stuttgart, quien ve un gran potencial en un SUV de estas características.
Según indican los rumores, estará desarrollado sobre la nueva plataforma MMA, que será utilizada por la próxima generación de vehículos compactos de la marca como el GLA y el GLB. La idea es apuntar a productos como el Ford Bronco, Bronco Sport o Jeep Wrangler, pero por supuesto con el nivel de lujo y sofisticación que caracterizan a la marca. Su denominación comercial sería GLG, aunque todavía no fue confirmado oficialmente.
Vale recordar que no es la primera vez que la compañía analiza desarrollar un vehículo de estas características: en 2012 había presentado el concept Ener-G-Force, una suerte de anticipo de este futuro GLG. Mecánicamente, se espera que cuente con una amplia gama de motorizaciones, todas con algún tipo de electrificación. Además, al igual que el Clase G, tendrá una variante 100% eléctrica. Aún en una fase muy temprana de desarrollo, recién llegaría al mercado hacia 2026.