La planta de Leipzig es una de las más importantes de BMW a nivel global y particularmente en Alemania, junto con su sede central en Munich. A tan solo 16 años de su puesta en funcionamiento, este complejo industrial alcanzó las 3.000.000 de unidades producidas. En este caso, el protagonista de este hito fue un M240i Cabriolet de color Sunset Orange, que próximamente será entregado a su propietario, casualmente de Baviera, donde se encuentran las oficinas centrales de la compañía.
Si hay algo que caracterizó a la factoría de Leipzig es el rápido crecimiento en el volumen de producción: la primera unidad fue un 320i que salió de la línea de montaje en marzo de 2005. Seis años después se fabricó el vehículo número 1.000.000 en diciembre de 2011, un 116d Alpine White que se obsequió a la organización sin fines de lucro, Joblinge. La unidad número 2.000.000 fue producida en un plazo mucho más corto de tiempo, en 2016, y correspondió a un i3 de color Protonic Blue entregado a un cliente de Estados Unidos.
Actualmente, además del i3, se fabrican allí el Serie 1 y el Serie 2 –incluida la versión más potente, el M2 Competition-. El volumen de producción es de más de 1.000 unidades por día y en 2020, a pesar de la pandemia, cerró el año con 200.000 unidades fabricadas. La marca ya se prepara para dar un paso más y proyecta producir allí a un nuevo crossover de MINI hacia 2023, que será el sucesor del Countryman.
“Como pionera en electromovilidad, la Planta de Leipzig es de particular importancia en la red de producción de BMW Group. Cuando comencemos a producir el sucesor del actual MINI, Leipzig será la primera instalación de BMW en fabricar vehículos tanto BMW como MINI», anticipó Milan Nedeljkovi?, quien fue Jefe de Ensamble y Director del complejo industrial entre 2010 y 2015.
Tal como señalamos anteriormente, desde que entró en funcionamiento en 2005, la capacidad de producción de Leipzig aumentó gradualmente. Ahora, su capacidad instalada es de 350.000 unidades, casi 7 veces más que las 54.000 unidades fabricadas durante su primer año de operaciones. Más allá de seguir sumando productos a su línea de montaje, la firma de Munich quiere enfocarse en convertirla en una “planta verde”: el uso moderado y eficiente de la energía siempre ha sido una de las principales prioridades, con fuentes regenerativas utilizadas siempre que sea posible. Desde 2013, la producción del BMW i3 ha sido impulsada por energía verde de cuatro turbinas eólicas en las instalaciones de la planta, lo que significa que el primer modelo completamente eléctrico de BMW Group se ha fabricado con energía verde de origen local desde el primer día. Pero ahora la planta apunta aún más alto: «Para 2030 tenemos la intención de reducir las emisiones de CO2 de la producción en un 80% en comparación con 2006. Nuestra visión es descarbonizar completamente la producción reemplazando los combustibles fósiles con hidrógeno», afirmó el Director de la Planta de Leipzig, Hans-Peter Kemser.
