Sin lugar a dudas, el nuevo BMW Serie 7 es el más rupturista de la historia, por diseño, tecnología y también por su mecánica ya que por primera vez cuenta con versiones 100% eléctricas que cada vez ganan mayor protagonismo: ese es el caso del flamante i7 M70, la variante más prestacional y tope de gama de la berlina ejecutiva y a la vez, reemplazante del 760i que en sus últimas generaciones aún mantenía el majestuoso V12.
Tal como señalamos en el título, la firma de Munich quiere que los usuarios de aquel refinado doce cilindros en V no sientan nostalgia por él siguiendo una fórmula muy atractiva: prestaciones y el más alto nivel de lujo y tecnología que la marca puede ofrecer. El i7 M70 está impulsado por dos motores e-drive, ubicados uno en cada eje, que desarrollan en conjunto 660 CV y 1.100 Nm de par, contando además con la función M Sport Boost y M Launch Control. Con estas cifras, la performance es igual de impresionante: puede acelerar de 0 a 100 km /h en 3,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónicamente), números que se destacan todavía más si tenemos en cuenta que el sedán supera holgadamente las dos toneladas.
Claro que también es importante su autonomía y para ello, el i7 M70 dispone de una batería de iones de litio de 101,7 kWh de capacidad con la que puede recorrer entre 488 y 560 kilómetros. Además, permite cargas ultra rápidas de corriente continua (CC) de hasta 195 kW. A eso se suman las funciones BMW Maps que indica los cargadores más cercanos y Max Range, que apunta a estirar la autonomía entre un 15 y un 25% limitando la potencia y reduciendo las funciones de confort que más consumen energía.
Pero eso no es todo: al contar con el sello M también incluye una puesta a punto específica de la suspensión neumática adaptativa, dirección activa integral, estabilización activa del balanceo, sistema de frenos deportivos M y llantas de aleación de diseño exclusivo de 21 pulgadas.
Estéticamente, esta versión se destaca por su pintura bitono –con colores metalizados Liquid Copper y Sapphire Black, más las opciones personalizadas ofrecidas por BMW Individual-, parrilla con emblema M, deflectores de aire en el paragolpes, spoilers laterales y el enorme difusor trasero, a los que pueden agregarse como opcional un alerón y marco de color negro brillante para la sobredimensionada parrilla.
Por dentro, todo es lujo y refinamiento: con un estilo más tridimensional, la mayoría de los mandos físicos desaparecieron y todo se controla a través de pantallas. En primer lugar se destaca el BMW Curved Display, el tablero compuesto por dos enormes pantallas, una de 12,3” para el instrumental y otra de 14,9” para el sistema multimedia. Las salidas de aire se ubican por debajo pero son muy pequeñas. Además de los cuidados revestimientos y materiales, el paquete de iluminación ambiental le da un aspecto muy llamativo y futurista, casi de prototipo.
Mención aparte para las plazas traseras, que además de poder optar por butacas individuales climatizadas y con función de masajes, también pueden incluir el BMW Theatre Screen, una pantalla de 31,3” que se despliega desde el techo, con calidad 8k, equipo de sonido Bowers & Wilkins con sonido envolvente, conexión 5G y que se opera a través de dos pantallas táctiles ubicadas en los apoyabrazos.
Producido en la planta alemana de Dingolfing, donde también se fabrican la mayoría de los componentes del i7, estará disponible en Europa hacia el segundo semestre de este año.