BMW dio un paso muy importante en su estrategia de expansión global: luego de una inversión de más de U$S 1.000 millones, la firma de Munich inauguró oficialmente la nueva planta de San Luis Potosí, México, donde será producido el Serie 3 sedán para abastecer no sólo a la región sino a nivel global.
Según estimaciones de la compañía, una vez que concluya la fase de puesta en marcha, la planta tendrá una capacidad de hasta 175.000 unidades por año. Actualmente cuenta con 2.500 operarios, número que podría crecer al alcanzar su máximo volumen de producción.
El complejo industrial mexicano es referente en tecnología y sustentabilidad: durante la edificación de la planta, BMW Group utilizó planos digitales en 3D que abarcaron tanto la construcción de los edificios como la instalación de los equipos. Los arquitectos almacenaron información específica como ubicación, dimensiones y fecha de culminación en modelos digitales para cada fase constructiva. Durante la construcción se utilizó también por primera vez una tecnología de escaneo digital en 3D. La combinación de estas dos tecnologías permitió el análisis en tiempo real del progreso de la construcción y las adaptaciones más rentables. Además, es pionera en el campo del mantenimiento inteligente: por primera vez, se utiliza el software Smart Maintenance Assistant que permite planificar de antemano el mantenimiento de los equipos en toda la planta y con ello aumentar la disponibilidad de los mismos. A través de tablets o smartphones, los empleados reciben toda la información relevante sobre el estado de los equipos.
También se utilizan numerosas tecnologías de la denominada Industria 4.0 en el montaje y otras áreas de la planta: en el proceso de montaje, el papel se sustituyó en gran medida por pantallas. Los operarios disponen de dos pantallas por ciclo para obtener la información necesaria que antes estaba disponible en papel impreso. En el armado del motor intervienen personas y robots: mientras que el robot tiene la fuerza para girar el transductor pesado, el empleado posee la sensibilidad para la precisión de ajuste del atornillado final.
Por otra parte, de acuerdo a BMW, luego de finalizado el primer año de producción, la planta de San Luis se convertirá en la más eficiente en el manejo de recursos de la compañía, con especial cuidado en los recursos hídricos: será la que menos agua consuma por vehículo producido. Además, cuenta con un taller de puntura en el que los procesos no generan aguas residuales, ya que el agua necesaria para el proceso de pintura se somete a un tratamiento y es reutilizada. También contará con fuentes de energía renovables, completamente libre de CO2 gracias a la utilización de un sistema de energía solar de más de 70.000 m2 ubicado en el terreno de la fábrica, entre otras soluciones.
La decisión de construir esta planta en México obedece, entre otros aspectos, a que el país es miembro de la zona de libre comercio con Canadá y Estados Unidos y posee acuerdos con la Unión Europea y el Mercosur.
