Tal como lo veníamos anticipando, faltaba poco para que BMW presente al nuevo integrante de su gama M, aunque todavía no tenía una fecha definida. Finalmente, salió a la luz el esperado M5 Touring, la variante rural del M5 sedán, develado hace algunos meses atrás en Europa y que reafirma la apuesta de la firma de Munich por las versiones deportivas en silueta familiar, como ya ocurrió con el M3 Touring, respondiendo así a una demanda de sus clientes de muchos años atrás.
En el caso del M5 Touring, posee el plus de contar con una mecánica híbrida enchufable, aunque como contra y como sucede con la berlina, añade un considerable peso extra a pesar de que potencia es precisamente lo que no le falta. Además tiene la ventaja de haber sido presentado antes que la renovación de sus rivales, el Mercedes-AMG E63 Estate y el futuro Audi RS 7 Avant.
Estéticamente, al igual que en las versiones convencionales, mantiene gran parte de la estética del sedán. El sector frontal es idéntico, con los faros de Led cuyo formato está inspirado en el Serie 5 creado por Chris Bangle, con una nueva firma luminosa más recta. También tomará de la berlina la enorme parrilla del doble riñón –no tan exagerado como en el M4- parcialmente carenada y con su marco iluminado, más una también enorme toma de aire trapezoidal junto con dos canalizadores de aire triangulares en los extremos. De perfil, la línea de cintura es levemente ascendente hacia el pilar C, con el característico arco Hofmeister y la silueta típica de una rural de BMW, mientras que en la parte trasera sobresalen las cuatro salidas de escape.
Puertas adentro, también es idéntico a la berlina, con un interior en el que más allá de los materiales de calidad y la habitual sobriedad de los productos de la marca, se destaca la tecnología: el tablero gira en torno a las dos enormes pantallas del BMW Curved Display, una de 12,3” y otra de 14,9” para el instrumental y el sistema multimedia.
La clave del M5 es su mecánica: parte de la base del conocido V8 de 4.4 litros, que aporta 585 CV. A eso se le añade el motor eléctrico tomado del XM que agrega 197 CV, logrando los mencionados 727 CV y un impresionante torque de 1.000 Nm, acoplados a la caja automática Steptronic de 8 velocidades y al sistema de tracción integral xDrive, con varios modos de funcionamiento, incluyendo uno que transmite toda la potencia y el par sólo al eje trasero. Alimentado por una batería de 18,6 kWh de capacidad, puede circular en modo eléctrico hasta 67 kilómetros y su recarga total demanda poco más de 2 horas.
Con todo este conjunto y a pesar de sus más de 2.500 kilos de peso, las prestaciones son bestiales: acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 305 km/h. Posee además los modos de funcionamiento Híbrido, 100% eléctrico y el eControl, que mantiene la carga de la batería.
Su llegada a los concesionarios europeos y norteamericanos está prevista a partir de nombre, casi al mismo tiempo que el sedán, a pesar de que este último comenzó a ser producido mucho antes.