Mientras en la Fórmula 1 todo se remite a cuatro motoristas –con dos que sobresalen del resto- que suministran sus unidades de potencia a diez equipos, y abrir las puertas a una nueva escudería lleva un largo tiempo de análisis de viabilidad y costos, en la Fórmula E todo parece ser más simple y atractivo para las automotrices. Al desembarco de Renault (una de las pioneras), Audi, Jaguar y DS, BMW se unirá a la categoría de monoplazas eléctricos a partir de la temporada 2018-2019.
Aunque hasta ahora su participación se limitaba a ser el proveedor del auto de seguridad y del Doctor Car de la Fórmula Eléctrica, más una colaboración con el Team Andretti, desde el año que viene tendrá representación oficial asociada al equipo norteamericano.
“La Fórmula E ha tenido una gran evolución como competición y como un nuevo proyecto basado en la tecnología, lo cual es perfectamente adecuado para la marca. Debido a la importancia que tiene para nosotros demostrar nuestra experiencia tecnológica, hemos demostrado un firme compromiso con este proyecto a través del registro de BMW AG como fabricante oficial y estaremos cara a cara con la cada vez más alta competición allí. La competición representa un desafío completamente nuevo para nosotros, un reto que estamos felices de asumir junto con el equipo Andretti, el socio ideal para este desafío”, señaló Jens Marquardt, Jefe de BMW Motorsport.
La firma de Munich asegura que su llegada a la Fórmula E servirá como laboratorio de pruebas para la tecnología que incorporarán sus autos de calle: “Con nuestra implicación en la Fórmula E estamos abordando el desarrollo hacia la movilidad sostenible y libre de emisiones en la industria del automóvil. Además, hacemos una contribución a la progresión de BMW iNEXT. Estamos plenamente convencidos de que el Grupo BMW se beneficiará de la experiencia adquirida en el campo de la electro tecnología en este proyecto”, manifestó Klaus Fröhlich, miembro del Consejo de Administración de BMW AG en el comunicado oficial difundido recientemente.
