BMW se mantiene firme y acelera su estrategia de electrificación, no sólo con su gama i, sino también en su portfolio convencional adoptando sistemas mild-hybrid o plug-in hybrid en más versiones. Esto mismo fue lo que ocurrió en la actualización del X5 y la X6 y ahora llegó el turno de las variantes más extremas, el X5 y X6 M Competition, que suman más potencia y un sistema mild-hybrid de 48V.
Tal como señalamos anteriormente, se trata de las opciones más deportivas de la gama que a las características ya conocidas de las versiones M, el pack Competition agrega una estética aún más radical, con paragolpes con diseño más agresivo –con tomas de aire más grandes y una suerte de máscara de color negro que se une con la parrilla del doble riñón –en este caso con barras horizontales-, pasarruedas ensanchados y enormes llantas de aleación calzadas con neumáticos rodado 21 adelante y rodado 22 atrás.
Claro que además de modificaciones estéticas, lo más importante son los cambios en su puesta a punto y soluciones para ofrecer mayor rendimiento y ahora también mayor eficiencia. Comenzando por su mecánica, está compuesta por el ya conocido motor V8 TwinPower Turbo de 4.4 litros –con nuevo colector de escape, nueva admisión, bomba de aceite y control de presión de los turbos-, ahora asistido por un sistema mild-hybrid que aporta 12 CV y 20,4 kgm de torque, alcanzando una potencia combinada de 625 CV y 76,5 kgm de par, siempre acoplado a la transmisión automática Steptronic de 8 velocidades –con un software actualizado para un pasaje de marchas más rápido- y el sistema de tracción integral xDrive con un modo que permite enviar toda la fuerza al eje trasero. Así, puede acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3,9 segundos, una cifra excelente considerando que pesan más de dos toneladas.
Adicionalmente, la versión Competition agrega un sistema de suspensión con amortiguadores adaptativos mejorados respecto a la serie anterior, nueva calibración de la dirección –más directa- y varios modos de conducción que permiten elegir entre diversos niveles de asistencia de los controles de tracción y estabilidad, así como nuevos discos de freno carbono-cerámicos.
Donde no hay modificaciones de consideración –salvo los apliques en fibra de carbono- frente a las versiones M es en el interior, que en el reciente facelift se renovó la plancha frontal para alojar al nuevo instrumental 100% digital y sistema multimedia de la marca, el BMW Curved Display, compuesto por dos enormes pantallas unidas entre sí –de 12,3 y de 14,9” respectivamente. Esto hizo que también sean rediseñadas las salidas de aire y los comandos del climatizador junto con los mandos ubicados en el túnel de transmisión. En cuanto a equipamiento, incorporaron una nueva cámara que detecta ciclistas y peatones, incluso cuando se aproximan durante los giros en intersecciones. Además ofrece asistente de límite de velocidad con lector de señales de tránsito, reconocimiento de semáforos y estacionamiento autónomo.
Con su lanzamiento en Europa previsto para las próximas semanas, su arribo a nuestro país debería concretarse hacia fin de año o a principios de 2024.