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La Toyota Tacoma, Ford Ranger y Chevrolet Colorado ya tienen su nueva rival lista: poco más de cinco meses después de su presentación, Nissan inició la producción de la Frontier en la planta de Canton, Mississippi, que viene a reemplazar a la generación anterior que se mantuvo en el mercado durante más de una década, salteándose la renovación que tuvo la pick up a nivel global y que se fabrica en la planta de Córdoba.
Tal como señalamos en aquel momento, la Frontier norteamericana nada tiene que ver con la que se comercializa en nuestro mercado y en numerosos países alrededor del mundo, sino que se trata de un producto pensado y desarrollado para Estados Unidos y Canadá. Claramente inspirada en su hermana mayor full size la Titan, la pick up tiene una impronta más agresiva y robusta que su par argentina e incluso que el restyling presentado en Tailandia. En su diseño se destacan los trazos rectos y marcados, así como las nervaduras del capot y la prominente parrilla, especialmente en la versión Pro-4X de las fotos, con paragolpes con mejor ángulo de ataque, protecciones en plástico negro en los pasarruedas junto con llantas y neumáticos específicos. Mención aparte para los faros full Led que le añaden un toque de sofisticación a su figura.
Puertas adentro la propuesta es similar: trazos marcados y formas cuadradas, siguiendo un estilo que busca transmitir robustez. El detalle tecnológico lo aporta la enorme pantalla táctil de 8 o 9” –según la versión- para el sistema multimedia, compatible con Android Auto y Apple CarPlay. También posee climatizador automático bizona, tapizado de cuero, levantavidrios eléctricos, volante multifunción e instrumental que combina indicadores analógicos con un gran display digital para la computadora de a bordo.
Desarrollada sobre una evolución de la plataforma F-Alpha, aún mantiene algunos lazos con respecto a su antecesora pero poco tiene que ver con la que se comercializa en el resto del mundo. Nissan asegura que con los cambios realizados en la estructura y la puesta a punto, mejoró la estabilidad, el confort, la capacidad off road y se redujeron los ruidos y vibraciones en un 80%. Está hecha al gusto y la demanda del público norteamericano, al igual que su mecánica: en lugar del motor turbodiesel 2.3 dCi, conserva el propulsor naftero V6 de 3.8 litros que desarrolla 314 CV y 38,8 kgm de torque de la generación anterior, asociada a una caja automática con convertidor de par de 9 velocidades y un sistema de tracción 4×4 con reductora y acople electrónico.
Otra característica típicamente estadounidense es que se ofrecerá en versiones de cabina extendida y cabina doble, con la posibilidad de elegir el largo de la caja de carga entre dos opciones. Su llegada a los concesionarios se dará en las próximas semanas. Mientras tanto, en nuestra región se aguarda el restyling para la Frontier, que sería incorporado hacia fines de año o principios de 2022, con novedades de diseño y más tecnología.