Bridgestone busca reducir su consumo de recursos en el negocio de neumáticos y caucho, por ejemplo, mediante el desarrollo de productos “Dan-Totsu (líderes en su clase)” con vidas útiles más largas y que utilicen menos recursos. Al mismo tiempo, la empresa está fomentando la reutilización de recursos en sus negocios de soluciones, que aportan valor a los clientes en la fase de uso de los productos. Algunos ejemplos de estas iniciativas incluyen el negocio de renovación (neumático a neumático) de Bridgestone, en el que se reemplaza la banda de rodamiento de los neumáticos desgastados para que puedan reutilizarse.
De cara al futuro, la empresa está analizando un nuevo negocio de reciclaje (neumático a caucho/neumático a materia prima) que incluye la transformación de neumáticos usados en materia prima. Para 2030, Bridgestone avanzará con el desarrollo de este negocio y buscará crear un modelo de negocio sostenible y único que ofrezca beneficios para la sociedad y los clientes, así como para Bridgestone. Este modelo de negocio estará diseñado para contribuir a la creación de una economía circular y a la reducción de las emisiones de CO2 en toda la cadena de valor, que comprende la manufactura, el uso por parte de los clientes y el reciclaje.
En 2012, Bridgestone presentó su visión ambiental a largo plazo y comenzó a lanzar iniciativas cuyo objetivo es ayudar a crear una sociedad sostenible. En 2020, se establecieron nuevos objetivos para estas iniciativas con la introducción del nuevo conjunto de metas ambientales a mediano plazo: Hito 2030. La empresa, guiada por estos objetivos, está acelerando el trabajo a fin de desasociar el crecimiento empresarial del impacto ambiental perjudicial y el aumento del consumo de recursos. Para acelerar su contribución con miras a lograr la neutralidad de carbono en la sociedad, Bridgestone ha esclarecido su objetivo ambiental a largo plazo de lograr la neutralidad en emisiones de carbono hacia 2050 en adelante, junto con su objetivo de reducir en un 50 % sus emisiones totales de CO2 en comparación con los niveles de 2011 para el año 2030. Estos objetivos pretenden facilitar mayores reducciones de las emisiones de CO2 y contribuciones más agresivas para lograr la neutralidad de carbono en la sociedad.