La información se filtró el 29 de marzo, una fecha no muy conveniente para un anuncio tan importante como el cambio de nombre de una compañía como Volkswagen… ¿o si? Y es que su cercanía con el 1º de abril o April fools day (el equivalente al Día de los inocentes en América Latina) en el que muchas compañías realizan bromas al público y a la prensa con anuncios falsos, genera muchísimas dudas. A menos que todo se trate de una campaña de marketing que está logrando realmente su cometido y es que todo el mundo hable de ello. ¿A qué nos referimos? A que la firma de Wolfsburg cambiaría su nombre en Estados Unidos a “Voltswagen”.
Suena descabellado y hasta a chiste, pero con el correr de las horas parece oficializarse, e incluso tiene una explicación que suena bastante lógica. La idea de cambiar la K por la T, haciendo un juego de palabras con “volts” (voltios), apunta a destacar la estrategia de electrificación de la marca y resaltar sus autos eléctricos, el primero de los cuales –el SUV ID.4- acaba de ser presentado en el mercado estadounidense. Como muchos saben, Volkswagen quiere despegarse y dejar atrás el escándalo de las emisiones conocido como Dieselgate por el que tuvo –y tiene todavía- que desembolsar millones de dólares en multas e indemnizaciones a sus clientes, por lo que la jugada de modificar el nombre de la compañía puede tener mucho sentido para intentar “lavar” su imagen.
«Es posible que estemos intercambiando nuestra K por una T, pero lo que no estamos cambiando es el compromiso de esta marca de fabricar los mejores vehículos para conductores y personas en todas partes. La idea de un ‘auto del pueblo’ es la estructura misma de nuestro ser. Dijimos, desde el comienzo de nuestro cambio hacia un futuro eléctrico, que fabricaríamos vehículos eléctricos para millones, no solo para millonarios. Este cambio de nombre supone un guiño a nuestro pasado como coche del pueblo ya nuestra firme convicción de que nuestro futuro pasa por ser el coche eléctrico del pueblo”, afirmó Scott Keogh, presidente y director ejecutivo de Volkswagen of America.
Por su parte, Kimberley Gardiner, Vicepresidente Senior de VW of America también ratificó el anuncio: «El tono de ‘Voltswagen’ será una línea consistente entre las comunicaciones de marca de nuestra creciente flota eléctrica y nuestros vehículos de gasolina. Durante los próximos meses, verá la transición de la marca en todos los puntos de contacto con el consumidor».
Suponiendo que las declaraciones de los directivos van en serio, la idea de la marca alemana sería diferenciar su gama de productos: si bien seguirán compartiendo el emblema VW, los vehículos impulsados con motores de combustión como el Passat, Tiguan o Atlas, mantendrán la denominación Volkswagen, mientras que los eléctricos se llamarán “Voltswagen” y lucirán este nombre en su carrocería, incluso tendrían un sector diferenciado en los concesionarios.
Particularmente aún me cuesta creer en la veracidad de este cambio. Por ahora, habrá que esperar algunos días más para saber si es realmente cierto o se trató de la típica broma del April fools day, atrapando a medios de prensa de todo el mundo. De cualquier manera, la marca logró lo que buscaba, acaparar la atención y las portadas de cientos de webs a nivel global.