Aunque su diseño resultó bastante polémico y se trata de una nueva jugadora en un segmento en el que las referentes están muy consolidadas como la Toyota Hilux, Ford Ranger o Nissan Frontier, la Kia Tasman parece estar logrando una excelente recepción en Australia, el primer país donde fue presentada y que tiene especial predilección por las pick ups.
Según Dean Norbiato, director de marketing de Kia en aquel país, la Tasman ya acumula más de 20.000 pedidos y las consultas diarias pasaron de 15 a más de 60, lo que muestra el interés por el nuevo producto de la firma de Seúl. De hecho, la compañía apunta a comercializar alrededor de 25.000 unidades por año en Australia, lo que la posicionaría entre las más vendidas.
Develada a fines de octubre, tal como lo veníamos anticipando, su diseño es realmente rupturista, alejándose de la mayoría de las camionetas medianas, aunque notamos cierto aire a la Jeep Gladiator, más que nada en su silueta. Lo más llamativo es el sector frontal, con la parrilla que sobresale notablemente como una suerte de nariz y los faros, ubicados bien en los extremos de la carrocería, montados sobre los pasarruedas. Los prominentes paragolpes, con un generoso ángulo de ataque, más los pasarruedas y zócalos laterales en negro le dan un aspecto robusto y aventurero. El remate posterior también recuerda un poco a la Gladiator, como la forma de los faros, aunque se destaca el renovado emblema de Kia, estampado sobre la tapa del portón.
Sus dimensiones son bastante similares a las de sus principales rivales como la Ranger o la Hilux: mide 5,41 metros de largo, 1,93 metros de ancho, 1,89 metros de alto y posee una distancia entre ejes de 3,27 metros. La capacidad de carga es de hasta 1.190 kilos y puede remolcar 3,5 toneladas gracias a seguir la fórmula tradicional de una pick up: está desarrollada sobre un chasis de largueros, con la caja de carga separada de la cabina.
Puertas adentro, la Tasman transmite una gran sensación de modernidad, con el protagonismo de la tecnología: cuenta con dos enormes pantallas de 12,3” cada una, unidas entre sí, una para el instrumental y otra para el sistema multimedia. Afortunadamente sigue manteniendo varios mandos físicos para las principales funciones. Por debajo se ubican las salidas de aire. Dispone además de una gran cantidad de huecos portaobjetos y asientos traseros reclinables y rebatibles para transportar elementos de mayor volumen.
Mecánicamente, fueron confirmadas inicialmente dos variantes. Para algunos mercados estará disponible con un motor naftero de cuatro cilindros en línea y 2.5 litros T-GDI (turbo, con inyección directa) que entrega 281 CV y 200 Nm de par, en este caso asociado a una transmisión automática de 8 velocidades, con tracción 4×2 o 4×4, esta última con reductora, selector de modos de conducción y bloqueo de diferencial. Curiosamente, la firma surcoreana reveló cifras de prestaciones: puede acelerar de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 185 km/h. Para otros mercados –entre los que estaría nuestra región-, se ofrecerá con el motor turbodiesel 2.2 CRDi de 210 CV y 441 Nm de torque, asociado a una caja manual de 6 marchas o a la transmisión automática de 8 velocidades, con tracción 4×2 o 4×4. Acelera de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos y también alcanza 185 km/h de velocidad máxima. En ambos casos, el tanque de combustible es de 80 litros.
