La marca de autos superdeportivos Bugatti presentó su visión del auto deportivo del futuro, y además de sus prestaciones y aerodinámica extrema, llama la atención el sistema de propulsión, que no es ni eléctrico ni de hidrógeno sino de iones.
Sin lugar a duda, se trata de uno de los autos más especiales presentó el fabricante francés. Se llama Vision Le Mans, y su nombre indica la ‘visión’ de cómo serán los deportivos que correrán las 24 horas de Le Mans en el futuro.
La mítica carrera de resistencia francesa sirvió de laboratorio en el que fueron probadas muchas de las tecnologías automotrices que luego llegan a las rutas. En La Sarthe corrieron autos híbridos, ciento por ciento eléctricos e incluso alguno de hidrógeno. Un estudiante de diseño industrial de la Universidad de Arte de Brunswick (Alemania), Max Lask, se preguntó: ¿cómo será Le Mans dentro de 30 años?
Aunque no compite en ninguna carrera desde mediados de la década de 1990, cuando su antiguo dueño, Romano Artioli, fabricó un EB110 para el campeonato IMSA GT y otro para las 24 Horas de Le Mans, Bugatti le ofreció todo su apoyo a Lask, quien dedicó su tesis de grado a presentar un auto muy eficiente con el cual Bugatti pudiera regresar a las carreras automovilísticas.
La idea de Lask no era simplemente hacer otro concept extremo, lleno de alerones y más parecido internamente a un Formula 1, aunque también tiene parte de esto. Lo que realmente quería hacer es un auto que fuese tan avanzado en el 2050 como lo fue en su día el Bugatti Type 35, uno de los autos de competición más exitosos de la historia del automovilismo.
Por eso, este Vision Le Mans no usa un motor con baterías eléctricas ni uno de hidrógeno, sino que se vale de la propulsión por iones. Se trata de una tecnología muy avanzada, que los investigadores del famoso Massachusetts Institute of Technology (MIT) ya han puesto en práctica.
Funcionamiento por iones
La propulsión por iones se basa en aplicar diferentes voltajes en la parte delantera y trasera del vehículo. Los electrodos instalados en el frontal provocan que las moléculas del aire pierdan electrones y obtengan una carga positiva; eso hace que sean atraídos por la parte trasera del vehículo, que está cargada negativamente. Durante el recorrido de un extremo a otro del vehículo estos iones empujan el aire, con lo cual generan el movimiento.
Al menos, esa es la teoría. Si bien el MIT demostró que la propulsión de iones es posible, sólo pudo crear un pequeño envión sin nada más que lo necesario. Para propulsar un auto de carreras serían necesarios varios pasos de gigante en esta tecnología.
Prestaciones y diseño
El Bugatti Vision Le Mans sería realmente rápido, incluso más veloz que un Fórmula 1, aunque estaría limitada por el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) a 750 caballos de potencia y 1.100 kilogramos de peso.
A nivel de diseño, las imágenes del Bugatti Vision Le Mans presentan detalles típicos de la marca, entre ellas parrilla frontal y la pintura bicolor en azul oscuro y azul claro, además de un alerón trasero que no está unido y que tiene funciones aerodinámicas.
Pero el Vision Le Mans no verá la luz; Bugatti confirmó que sólo es un proyecto de este estudiante y que no tiene previsto fabricarlo, ni mucho menos volver a las míticas 24 Horas de Le Mans. Lo que sí es realidad es que Lask se graduó con honores de la universidad y Bugatti le ofreció un contrato laboral al terminar sus prácticas estudiantiles en el estudio de diseño del fabricante de Molsheim (Francia).