Cuesta reconocerlo, pero detrás de ese espeso y desprolijo camuflaje se esconde la versión definitiva del Renault Arkana, el SUV con aspecto de coupé con el que la firma del rombo propone acercar este concepto a las marcas generalistas y que en varios mercados reemplazará al Fluence, debido a la caída en la demanda de sedanes medianos.
Las imágenes fueron tomadas durante los tests de rodaje realizados en China y demuestran un avanzado grado de desarrollo, ya que, según anticipan varios medios de prensa, debería ser presentado en julio de este año en Rusia o en el Gigante Asiático, donde iniciará su comercialización en 2020. El C-SUV –que Renault asegura que será un modelo global- será producido en Rusia, China, India y Brasil, por lo que se espera que llegue a nuestro país aunque todavía sin una fecha confirmada. Estimamos que podría darse hacia finales del año que viene o en 2021.
Anticipado por el concept que llevaba su mismo nombre y que ya de por sí lucía una imagen aparentemente muy cercana a la producción, con detalles plenamente funcionales, el Arkana refleja en su diseño la nueva identidad estética de los productos de Renault, creada bajo la dirección de Laurens Van Den Acker, con predominancia de trazos rectos y líneas musculosas que buscan transmitir mayor dinamismo y deportividad.
Al igual que en el Mégane IV o el Koleos, el primer rasgo en común de este nuevo family feeling se aprecia en el sector frontal, con faros de Led finos y alargados, con una firma luminosa en forma de C que invade parte del paragolpes, junto con una parrilla más prominente que tiene como protagonista al enorme logo de la marca.
Lo más novedoso es su perfil y remate posterior. Para diseñarlos, Van Den Acker tomó como inspiración el Talisman –el sedán de Renault para el segmento D-, con una línea de cintura ascendente y una tercera ventanilla de formato triangular en el pilar C, junto con la caída del techo también tirada hacia atrás, logrando un estilo fastback, que culmina en el alerón que dibuja la tapa del baúl.
El Arkana está desarrollado sobre una plataforma evolucionada de la Duster por lo que desde la marca aseguran que sólo compartirá un 45% de las piezas con el exitoso B-SUV de origen Dacia y que tendrá suspensión trasera multilink en las versiones 4×4 y con eje rígido en las 4×2.
Mecánicamente, Renault sólo confirmó una motorización: el naftero 1.3 TCe (turbo) desarrollado en conjunto con Mercedes-Benz y que también utiliza el Mégane IV, que desarrolla 150 CV y 25,5 kgm de torque. Se combinará con una caja automática CVT con 7 marchas simuladas, con la que promete lograr un consumo de 14,3 km/l. Más adelante, está prevista la incorporación de motores aspirados y opciones con caja manual.
Horrible, no es ni una cosa ni la otra … De Suv lo único que tiene es que lo bautizan así por cuestiones comerciales … No reúne ni 1 sola característica de Suv, es una chantada … Renault continúa con su tradicional «puntería» a excepción de un par de modelos populares.
feo…..