A pesar de que en nuestro país sus ventas se ven muy limitadas por el cupo de importación y los impuestos internos, la Tiguan es uno de los productos más vendidos de Volkswagen a nivel global y especialmente en Europa, donde se aguarda con gran expectativa la presentación de la tercera generación que por fin tiene una fecha estimada de revelación: será en septiembre. Así lo confirmó la marca junto a una serie de imágenes de unidades de pre-serie.
Tal como señalamos en el título, la nueva Tiguan será casi un ID.4 pero con motores de combustión. La comparación es tanto a nivel estético como tecnológico e incluso en dimensiones, como una manera de acerca o emparentar aún más ambos SUV’s. Desarrollada sobre la plataforma modular MQB Evo, será algo más grande que la actual –siempre teniendo en cuenta que en el Viejo Continente se comercializará en versión de 5 plazas, no la AllSpace que se vende en Argentina-, llegando a los 4.580 mm de largo (vs 4.509 mm) y 1.680 mm de alto (vs 1.675 mm), pero manteniendo el ancho (1.680 mm) y la distancia entre ejes (2.678 mm) y con un notable incremento en la capacidad del baúl, que pasará de 615 a 648 litros.
Su diseño lo vinimos anticipando en los últimos meses gracias a las unidades de prueba y es donde se percibirá fácilmente el cambio generacional. Dejará de lado los trazos rectos por líneas algo más redondeadas e inspiradas en el ID.4, especialmente en el sector frontal, como el formato de los faros –con una firma luminosa que se extiende sobre la parrilla, más fina que en el modelo actual y del paragolpes, con una enorme toma de aire que se extiende a lo ancho y dos canalizadores de aire en los extremos. De perfil también evidencia líneas más redondeadas y con cierto aire a la Touareg, mientras que en la parte trasera los faros tienen un diseño más horizontal y posiblemente un aplique que se extenderá sobre el portón, uniéndolos.
Puertas adentro, nuestros colegas de Motor El País, pudieron realizar una breve prueba en uno de los prototipos, revelando el diseño interior. Aquí también queda evidenciado el gran salto respecto al modelo actual, con un diseño más tridimensional del tablero y un gran despliegue tecnológico: toda la plancha frontal está formada por pantallas, una para el instrumental, otra más separada tipo tablet flotante para el sistema multimedia y otra más pequeña del lado del pasajero, con un aplique en Piano Black que las une a las salidas de aire. Otra reminiscencia a la gama ID es que la selectora de marchas fue desplazada a la columna de dirección, mientras que su lugar anterior en la consola, ahora lo ocupa una perilla circular para operar el sistema de infoentretenimiento. Por último, el volante el similar a los últimos productos lanzados por la forma de Wolfsburg, pero afortunadamente recupera los mandos físicos en lugar de los comandos táctiles.
Mecánicamente, si bien Volkswagen no dio mayores precisiones, todas las motorizaciones serán actualizadas y se priorizarán las opciones electrificadas, especialmente las híbridas enchufables, que ofrecerán 204 y 272 CV y una autonomía en modo eléctrico de 120 kilómetros, incorporando también un sistema de recarga rápida. Por supuesto seguirán disponibles opciones con tracción delantera o integral 4Motion, todas con la caja automática DSG de 7 velocidades.
Con su presentación prevista para septiembre, coincidirá con la develación de uno de sus rivales directos, el Peugeot 3008 que también promete destacarse por su nivel de tecnología aunque con un estilo más deportivo y formato coupé. Se avecina una dura competencia entre ambos SUV’s.
