Hace apenas unos días atrás Citroën presentó su nuevo logo, anticipando que representa una nueva era para la compañía, con un enfoque aún más orientado hacia la electrificación, la tecnología y las soluciones inteligentes para ofrecer mayor versatilidad en sus productos, que apuntarán a ser accesibles para todos. Y ahora dio una muestra concreta de ello: el concept Oli, que justamente estrena el flamante emblema inspirado en el logotipo original de 1919.
Lo primero que llama la atención del prototipo es su diseño, futurista, robusto y que pareciera estar construido con Legos… la realidad es que esto no es tan equivocado, ya que gran parte de sus piezas están construidas utilizando impresión 3D, materiales reciclados y compuestos como paneles fabricados con cartón y estructura en nido de abeja con fibra de vidrio. El Oli es una suerte de evolución del Ami, del que toma parte del concepto aunque con un mayor tamaño: mide 4,20 metros de largo, 1,65 metros de alto y 1,90 metros de de ancho.
Los faros, de un formato muy tridimensional y que sobresalen de la carrocería, cuentan con un acrílico transparente. Por supuesto también sobresale el nuevo emblema, en este caso de color rojo. Mención aparte para las prominentes defensas y pasarruedas. Otra particularidad es su parabrisas vertical y los vidrios curvos laterales. También posee una evolución de los airbumps, reducidos a dos rectángulos que protegen las puertas.
Puertas adentro su estilo es muy minimalista, con los mandos reducidos al máximo posible. Más allá del llamativo color rojo del tapizado y los revestimientos, se destacan las butacas –cuatro asientos individuales-. El diseño del tablero está pensado para integrarse a un smartphone, mientras que los parlantes pueden extraerse.
Mecánicamente, el Oli está impulsado por un motor eléctrico –cuya potencia no fue especificada-, alimentado por un paquete de baterías de iones de litio de 40 kWh que le permiten recorrer hasta 400 kilómetros con una sola carga. Por su parte, la velocidad máxima está limitada a 110 km/h. De acuerdo a la marca francesa, gracias a la utilización de materiales compuestos y livianos, el consumo es de sólo 10 kWh/100 km.
En cuanto a su recarga, puede recuperar de un 20 a un 80% de la batería en apenas 23 minutos. Asimismo, dispone de tecnología V2G (Vehicle to Grid), que le permite aportar energía a la red o ser utilizado como un generador: con un tomacorriente de 3,6 kW, puede suministrar energía a un dispositivo eléctrico de 3000 W durante 12 horas.
Más allá de contar con características funcionales, el Oli es más bien un ejercicio de diseño que anticipa los rasgos que tendrán los próximos productos de la firma del doble chevron, por lo que no se espera que vaya a desarrollarse una versión de producción.
