La sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente pasaron a ser una prioridad para muchas empresas, que vienen realizando diferentes iniciativas para reducir su impacto ambiental y luchar contra el cambio climático. En ese sentido, muchas de ellas se reunieron en la tercer Cumbre Mundial de Economía Circular que se llevó a cabo en el Complejo Ferial Córdoba (FERIAR) el 24 y 25 de noviembre. La filial local de Mercedes-Benz participó de este importante evento, dando a conocer su estrategia y exhibiendo la nueva EQA, 100% eléctrica.
De la mano del concesionario oficial Colcar, la marca alemana presentó su estrategia global bajo el plan Ambition 2039, que busca preservar los recursos junto con la protección climática y la calidad del aire de las operaciones. También tiene como meta que las nuevas plataformas desarrolladas a partir de 2025 sean exclusivamente de vehículos eléctricos -siempre que las condiciones del mercado lo permitan-, lo cual representa un cambio tecnológico significativo.
Como claro ejemplo de su tecnología y capacidad de desarrollo, la compañía llevó un EQA 350 y un C300 AMG Line –con tecnología mild hybrid-, mientras que otro EQA 350 estuvo disponible para ser probado por los asistentes a la exposición. El SUV es el primer integrante de la gama 100% eléctrica EQ y está impulsado por dos motores que entregan en conjunto 292 CV y 520 Nm de par, alimentados por un paquete de baterías de 66,5 kWh con el que puede lograr una autonomía de hasta 400 kilómetros. Está basado en el GLA aunque cuenta con una impronta propia, más tecnológica. Estéticamente e incluso en cuanto a su plataforma, está basado en el SUV compacto, por lo que su diseño es bastante similar en cuanto a su silueta, paneles de la carrocería y dimensiones. La principal diferencia radica en el sector frontal, que cuenta con una máscara negra que une la parrilla –completamente carenada ya que no requiere de un sistema de refrigeración como un vehículo de combustión- y en los faros, que le dan ese aire de familia a toda la gama EQ. Por debajo, el paragolpes también cuenta con tomas de aire carenadas y sólo las de los extremos son funcionales, redirigiendo el aire hacia las ruedas.
En el interior, el parentesco con el SUV se hace notar, compartiendo el tablero, aunque también cuenta con una personalización específica, con luces ambientales azules y la infaltable enorme pantalla doble que concentra las funciones del instrumental, el sistema multimedia y los diversos parámetros e información del vehículo. Además, ofrece un muy completo nivel de equipamiento, con numerosos asistentes de conducción como frenado autónomo de emergencia, control de velocidad crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, reconocimiento de señales de tránsito o alerta de punto ciego.
Por su parte, el C300 es parte de la quinta generación del Clase C y fue lanzado a mediados del año pasado en nuestro país. Además de su evolucionado diseño, la principal novedad radica en su completa dotación tecnológica y su total apuesta a la electrificación. Mecánicamente, esta versión está impulsada por un motor naftero de cuatro cilindros en línea, 2.0 turbo, asociado a un sistema mild-hybrid de 48V. Desarrolla una potencia de 258 CV a 5.800 rpm y un torque de 400 Nm entre las 2.000/3.200 rpm y se acopla a la caja automática 9G-Tronic con convertidor de par de 9 velocidades.
