Falta poco para conocer, esta vez sin ningún tipo de camuflaje, al nuevo integrante de la gama ID: Volkswagen confirmó la presentación del ID.7 en el Salón del Automóvil de Shanghai, que se llevará a cabo entre el 18 y el 27 de abril, apuntando especialmente al público chino ya que el Gigante Asiático será uno de los principales mercados a los que estará dirigido.
A decir verdad, muchas de las características del sedán eléctrico ya las conocimos a principios de este año cuando se realizó el CES en Las Vegas, donde la marca alemana realizó una suerte de avant premiere pero con una unidad completamente camuflada como acostumbra hacer, replicando la misma estrategia vista en el ID.3 e ID.4. El ID.7 será a la vez un reemplazo del Passat berlina, ya que en su próxima generación sólo continuará la versión Variant rural. Al igual que el resto de la gama ID, está basado en la plataforma modular eléctrica MEB aunque anticipa una importante evolución en tecnología y a nivel estético que luego será implementada en el resto del portfolio.
Su diseño es una suerte de pasada en limpio del concept Aero, comparte muchos de los rasgos con otros productos de la familia ID, especialmente en el sector frontal, como el formato de los faros y la parrilla. En este caso, se destaca la toma de aire inferior y las de los extremos del paragolpes. De perfil, su silueta muestra líneas fluidas y un remate posterior tipo fastback con el tercer volumen más corto que dibuja una suerte de alerón donde confluyen los trazos ondulados de los laterales. Sobresaldrá también la gran superficie vidriada, con una ventanilla triangular que sigue la forma del pilar C que en el prototipo estaba oculta por la pintura especial de la que hablaremos más adelante. En la parte trasera, el detalle más llamativo son los faros de Led que se extienden sobre la tapa del baúl y cuentan con una máscara negra. En síntesis, su estilo se caracteriza por las superficies limpias, sólo con algunos trazos más remarcados para otorgarle sensación de dinamismo y una cuidadísima aerodinámica, con un CX de 0,23.
Mención aparte para su llamativa pintura: en lugar de utilizar el vinilo empleado en los prototipos del ID.3 o ID.4, esta vez la firma de Wolfsburg decidió aplicar una pintura especial con nada menos que 40 capas y que añadió un peso extra de 70 kilos y que le dan una particularidad muy especial: además del diseño que imita códigos QR, la pintura se ilumina, para lo cual requirió 100 metros de cables distribuidos en la carrocería y que le dan ese efecto multicolor.
Puertas adentro, si bien comparte algunas similitudes con otros productos de la gama ID, se destaca por su estilo más minimalista, con menos mandos físicos, una ambientación personalizable y una gran luminosidad gracias a su techo panorámico. El sistema multimedia con pantalla de 15” contará con actualizaciones inalámbricas y avanzadas funciones de asistencia a la conducción. El instrumental es muy pequeño ya que la mayor información se proyecta en el head-up display, con tecnología de realidad aumentada.
Claro que Volkswagen también se reservó algunas sorpresas para más adelante y que en este caso tienen que ver con su mecánica: la marca no informó sus características técnicas, motores, potencias ni capacidad de las baterías, sólo prometió que alcanzará una autonomía de hasta 700 kilómetros según el ciclo WLTP. Esto indicaría que podría contar con una batería más grande que la del ID.4, que llega a 500 kilómetros en la versión de 77 kWh.