Contacto nueva RAM 2500 Laramie Heavy Duty: con la potencia y el torque de un diésel, el sonido y el andar de un V8

Luego de subirnos a la nueva generación del Jeep Wrangler, otra novedad del Grupo FCA nos aguardaba en el patio del Off Road Park de Villa Gesell: la nueva generación de la RAM 2500, que acaba de presentarse en nuestro país y que por primera vez estaba disponible para probarla, una oportunidad que obviamente no íbamos a desaprovechar.

La principal curiosidad que teníamos era cómo se iba a comportar y si realmente podría entrar sin mayores problemas en la pista de 4×4, con tramos bastante estrechos para una pick up full size. Aquí nuestra experiencia con la referente del segmento y que representa la puerta de entrada a la llegada de más versiones de la nueva generación de RAM, que tiene previsto contar con el portfolio más amplio de la categoría según nos adelantó Pablo García Leyenda, Director Comercial de Fiat Chrysler Automobiles Argentina:

Diseño:

Imponente es un adjetivo que utilizamos habitualmente para describir a una pick up de este segmento y de concretarse la llegada de las más grandes 3500 y 4500, tendremos que buscar otros sinónimos en el diccionario. Pero esta palabra es la que mejor define a la RAM 2500 que manejamos en la pista de pruebas off road del Grupo FCA en Villa Gesell. Antes de hablar de su estética, hablemos de sus dimensiones: 6.066 mm de largo, 2.120 mm de ancho y 2.037 mm de alto, cotas que hacen parecer “mediana” a la RAM 1500.

A nivel de diseño, se destaca el rediseñado sector frontal con faros de Led, mucho más grandes que en la serie anterior, la enorme parrilla tipo hocico con el emblema RAM en el centro y los prominentes paragolpes. Toda la máscara del frente cuenta con apliques cromados que la asemejan a los camiones norteamericanos. En el capot se lucen las nervaduras y el emblema 2500 Heavy Duty a los costados haciendo referencia a que está preparada para trabajos pesados.

Los laterales y su silueta son bastante similares a los de su antecesora, aunque con nuevos detalles como los espejos más grandes y el nuevo diseño de las llantas de aleación, también cromadas. La gran particularidad en esta vista y uno de los atributos de la RAM 2500 está en los laterales de la caja de carga y son los Ram Box, compartimientos portaobjetos o portaherramientas de gran capacidad, con cerradura y que ahora cuentan con luz y una toma de 110V. Si bien son estancos, poseen un tapón de desagote para lavarlos. Resultan sumamente útiles y no le roban espacio a la caja.

En la parte trasera, se rediseñaron los faros y la insignia RAM se luce más grande que nunca a lo ancho del portón. Rematan el voluminoso paragolpes cromado y la salida de escape orientada hacia el costado y que es responsable del agradable sonido del motor.

 Interior:

La verdadera revolución de la nueva generación de pick ups full size de RAM se da puertas adentro, donde la tecnología pasa a ser protagonista. En el centro de la consola central de la 2500 se luce una pantalla, no de 7 u 8 pulgadas como es habitual en otros autos, sino de ¡12 pulgadas!, ubicada en posición vertical como en los vehículos de Tesla. En este display se concentran la mayoría de las funciones y la operación del generoso equipamiento de la RAM: no sólo el equipo de audio, la navegación o la conectividad Android Auto/Apple CarPlay, también la climatización. Posee una interfaz rápida y de agradable diseño, pero cabe aclarar que para quienes preferimos lo intuitivo y fácil de reconocer sin desviar la vista del camino que representan los mandos físicos, también posee perillas y botones para el sistema de sonido o el climatizador bizona. Por debajo una particularidad también muy llamativa: además de las teclas tipo piano para activar/desactivar los sensores de estacionamiento o el freno de estacionamiento, posee un regulador para los frenos del remolque, que se desplaza del “–“ al “+” como un dial: todo está pensado para lo que fue creada esta RAM 2500, remolcar lo que sea.

Una característica que se mantiene es el completísimo instrumental: como es tradición en las pick ups norteamericanas, hay indicadores para todo: desde la temperatura del refrigerante hasta un voltímetro. Por si faltara algo más, dispone de un enorme display TFT para la computadora de a bordo que brinda aún más información de los diversos sistemas del vehículo, un calculador de autonomía en kilómetros, presión de los neumáticos, brújula, hora, puertas abiertas y un sinfín de parámetros.

Otro detalle infaltable es una camioneta estadounidense son el cuero, la madera y detalles en aluminio. Si bien la calidad de materiales y terminaciones de la generación anterior ya era buena, la nueva da un salto aún mayor, con cuidados revestimientos, superficies soft touch y mucho esmero en el ensamblado. Tampoco faltan los numerosos y generosos portaobjetos y posavasos de los que hay por doquier tanto adelante como atrás. Mención aparte para el cuidado tratamiento acústico: posee un sistema de reducción activo de ruido y vibraciones (Active Noise Reduction) y vidrios con doble laminado.

La habitabilidad, como era de esperarse es uno de los puntos fuertes: sobra espacio en las plazas delanteras y en las posteriores, donde uno puede ir con las piernas casi completamente estiradas. Las butacas son generosas a lo ancho y en la configuración para nuestro mercado, ofrece una capacidad para 6 ocupantes: la plaza central delantera puede rebatirse convirtiéndose en un amplio apoyabrazos o desplegarse para transportar a un eventual sexto pasajero.

Mecánica:

Por el momento y hasta la llegada de las bestiales RAM 3500 y 4500 en estudio para nuestro país (ver nota), la RAM 2500 ostenta el título de la pick up con más torque del mercado, veamos por qué: en esta nueva generación, se mantuvo el motor turbodiesel Cummins de 6 cilindros en línea y 6.7 litros, pero con mejoras es la gestión electrónica, su potencia se elevó a 365 CV y el par a unos impresionantes 1.085 Nm, disponibles a tempranas 1.800 rpm. Verdaderamente no hay otro vehículo de similares características que pueda hacerle sombra a la RAM en este aspecto y como detallaremos en el siguiente apartado, esos Newton metro se sienten.

Para administrar semejantes cifras, la firma estadounidense continúa recurriendo a la transmisión automática con convertidor de par de 6 velocidades de su antecesora y al sistema de tracción 4×4 con reductora que le permite alejarse del asfalto sin mayores inconvenientes salvo los inherentes a su porte, con sus voluminosas dimensiones y peso (3.488 kg).

Comportamiento:

En pick ups de este tamaño, uno no se sube, se trepa casi como en un camión. Afortunadamente para ayudar en esta tarea, la RAM 2500 cuenta con generosos estribos laterales que como no podían ser de otra manera, son cromados. Una vez en el puesto de mando y ajustada la posición del asiento y la columna de dirección que cuentan con regulaciones completamente eléctricas –hasta los pedales son regulables-, llega el momento de apretar el botón, encender el motor y ¡oh sorpresa! El Cummins no suena como un propulsor diésel tradicional, sino con un gorgoteo que lo asemeja a un V8 naftero.

La sensibilidad de los pedales está bien lograda y es fácilmente administrable, no tan explosiva como en la Jeep Grand Cherokee SRT, algo muy importante teniendo en cuenta su porte y nivel de potencia. Antes de entrar a la pista off road, los instructores nos permitieron dar una vuelta en ruta para comprobar su dualidad sobre distinto tipo de terreno. Sobre la ruta 11 la RAM 2500 mostró un aplomo envidiable producto de sus dimensiones y peso, el logradísimo rugido de su 6 cilindros Cummins nos recordó una vez más al V8 de su hermana menor y consigue aceleraciones realmente destacadas. Para mantener una velocidad no se hace necesario recurrir al acelerador sino que se puede jugar con la misma inercia. El andar es sumamente cómodo, a diferencia de otras camionetas, ir descargada no supone soportar los habituales rebotes tan comunes en este tipo de vehículos dado que están preparados para ir con bastante peso en su caja. En ese sentido, muy buen reglaje de las suspensiones, mientras que la dirección ofrece un grado de asistencia justo: liviana en maniobras a baja velocidad y más pesada a medida que sube la aguja del velocímetro.

Ahora sí, momento de volver e ingresar al Off Road Park. Los más de 6 metros de largo y 2,1 de ancho nos hacen dudar si semejante pick up podrá doblar en espacios bastante reducidos y no sólo lo logra, sino que con una sorpresiva facilidad. Al igual que con el Wrangler, se bajó considerablemente la presión de los neumáticos, una tarea que demanda algo de tiempo dada los más de 60 psi de sus enormes cubiertas, un detalle que sin dudas facilita su maniobrabilidad y desempeño en la arena.

La RAM 2500 trepa a cualquier lado a fuerza de acelerador y torque, no hay obstáculo que se le resista por mucho tiempo y cuando parece encajarse, una buena acelerada sin torcer la dirección y sale sin mayores sobresaltos. Un punto en común con el icónico Jeep es que de no existir caminos, la RAM los hace como si se tratara de una topadora. El buen despeje de las suspensiones contribuye a evitar que se quede encajada de “panza” –considerando su distancia entre ejes- y también le otorga buenos ángulos de entrada y de salida.

Tampoco fue posible realizar mediciones precisas de consumo, pero no es difícil alcanzar cifras cercanas a los 18 o 20l/100 km si no se tiene cierto cuidado con el pie derecho. Eso sí, no hay que olvidar que su motor no es un cuatro cilindros turbo, sino un propulsor de camión. Aún así puede lograr una buena autonomía con su generoso tanque de combustible de 117 litros.

Conclusión:

La RAM 2500 pertenece claramente al segmento de las full size, pero no rivaliza de manera directa con la F-150 Lariat Luxury que sí enfrentará a la 1500 actual y más aún a la de nueva generación. Por capacidades, dimensiones y prestaciones no tiene competidoras y hacia allí apunta el Grupo FCA, la 2500 no es sólo un vehículo para uso recreacional sino una herramienta de trabajo capaz de remolcar casi 8 toneladas (7.861 kg para ser exactos) sin inmutarse. Su antecesora supo ganarse una selecta clientela que la nueva generación pretende no sólo fidelizar, sino aumentar, ya que ahora agrega los atributos tecnológicos que demanda el público para un vehículo de su precio de U$S 78.500.

Con la 2500 como primer estandarte y caballito de batalla de su nueva generación de pick ups RAM renueva la apuesta por un segmento que ante la deserción de sus competidoras, la firma del carnero conoce más que nadie.