Atrás, muy atrás quedaron los tiempos en los que un camión resultaba difícil de manejar, con una dirección dura, poca visibilidad, cajas de cambio en las que había que aprender a pasar las marchas en las revoluciones justas y el aire acondicionado como un lujo prácticamente impensado, salvo que el chofer decida instalarlo. Hoy por hoy cuentan con un nivel de confort, tecnología y eficiencia que envidiarían hasta vehículos Premium.
Como se sabe, en una empresa de este rubro, lo principal para el transportista es lograr la máxima productividad, meta a la que se llega con un vehículo confiable, eficiente y que esté operativo todo el tiempo posible. En ese sentido, Volvo siempre fue una marca referente y lo reafirma en la nueva generación de la línea F: diseño renovado, nueva cabina para el FM, mejoras en la transmisión, más asistencias a la conducción y la introducción de dos sistemas que sorprenden por su nivel de conectividad.
Por un lado el I-See, que va “leyendo” el camino tomando como referencia mapas topográficos, realizando los ajustes necesarios para aprovechar la potencia o el torque del motor, así como también la velocidad del vehículo de acuerdo al terreno por el que transite o incluso “aprendiendo” el trayecto si la ruta no estaba precargada; y por otro el Volvo Connect, que complementa y reemplaza al sistema de gestión de flota Dynafleet, transmitiendo en todo momento, todo tipo de parámetros del vehículo a la base operativa y que pueden visualizarse fácilmente a través de una computadora o un smartphone. Como si se tratara de un avión, el camión informa en todo momento a su base todo tipo de detalles, desde su ubicación hasta el funcionamiento de cada uno de sus sistemas, lo que permite adelantarse a cualquier inconveniente que pueda surgir, planificar el mantenimiento o mejorar el estilo de conducción para aprovechar al máximo cada una de las funciones y tecnologías de las que la línea F dispone.
Invitados por la firma sueca, asistimos al evento de presentación y prueba de los nuevos FH, FM y FMX, entre los cuales, manejamos el FM en su configuración 6x2T para cargas peligrosas y esta fue nuestra experiencia:
Cabina:
Si bien la nave insignia de Volvo Trucks es el FH, el más beneficiado en esta nueva generación fue el FM, que evolucionó por completo. El primer cambio está en la cabina, que ahora es compartida con el extrapesado –por supuesto con dimensiones más reducidas, especialmente en altura-, dejando de lado la de anterior generación. Esto hizo que su diseño sea totalmente diferente: en el sector frontal ahora luce el logo de la marca más grande, una parrilla también más grande con detalles del color de la carrocería y otros en negro y lo más llamativo, los nuevos faros en forma de V.
Las versiones convencionales del FM cuentan con luces diurnas de Led y faros halógenos, mientras que la 6x2T para cargas peligrosas como la que manejamos, es la única que puede equipar los proyectores full Led adaptativos, con mayor alcance y tecnología que gradúa su intensidad para evitar encandilamientos. Cada detalle fue estudiado y diseñado minuciosamente para lograr la mejor aerodinámica posible. En ese sentido, los faros, el parabrisas y las ventanillas están más al ras de la carrocería y posee de serie el kit de deflectores. Ahora cuenta con escotilla de techo como salida de emergencia, mientras que el climatizador fue reubicado detrás del deflector.
Más allá de su estética, la renovación de la cabina trajo aparejado notables mejoras en el interior. En primer lugar, se destaca el mayor espacio –tanto en el puesto de conducción y en el acompañante, pero también en la cama, con una litera más grande- y la mayor visibilidad, producto de un parabrisas más amplio y una línea de cintura más baja que contribuye a generar un mayor campo visual hacia los laterales y el pilar A más fino.
La renovación en el tablero fue total y está claramente inspirado en el del FH, no sólo con un diseño más moderno, sino con los comandos bien al alcance del conductor y fáciles de operar. Además de las dos pantallas –de las que hablaremos más adelante-, las principales funciones del camión se pueden operar desde los comandos del volante –las teclas de la izquierda para las funciones de conducción y las de la derecha para el sistema de infoentretenimiento. También se rediseñó la selectora de la caja I-Shift, más suave y con una empuñadura más cómoda tipo joystick.
Compartido con su hermano mayor, se destaca el display de 12 pulgadas para el instrumental, que puede ser configurado de cuatro maneras diferentes, resaltando la información habitual (velocímetro, tacómetro y otros indicadores), el mapa de navegación, otros indicadores o información sobre la carga. Además posee un sistema de iluminación con cuatro colores para alertar al conductor ante determinadas situaciones: el blanco es el habitual, pero cambia a verde al accionar las luces de giro.
En caso de que se encienda algún alerta mediano (bajo combustible, bajo nivel de urea, etc), la iluminación pasa a ser ámbar y si se registra algún inconveniente crítico (exceso de temperatura, falla de algún sistema), cambia a rojo. El nivel de materiales y terminaciones no tiene nada que envidiar a un vehículo de la marca y la insonorización está realmente cuidada, no se perciben ruidos eólicos y el motor apenas deja escucharse ya que todo el tiempo trabaja en un bajo régimen de rpm.
Seguridad:
En una marca tan asociada a la seguridad en todos sus vehículos, este aspecto no iba a ser dejado de lado, sino por el contrario: aprovechando el salto tecnológico y su mayor nivel de integración con el FH, el nuevo FM hereda gran parte de sus sistemas de asistencia a la conducción que se suman al equipamiento del que ya disponía la serie anterior.
La cabina está construida bajo el concepto de módulo de supervivencia, con deformación programada y sistema de anti empotramiento frontal. Toda la gama cuenta con airbag para el conductor, frenos con ABS/EBS, control de tracción, control de estabilidad, advertencia de colisión frontal, control de velocidad crucero adaptativo con función Stop&Go, sistema de frenado autónomo de emergencia, alerta de desvío de carril (LKS), alerta de cansancio (DAS), LCS (sensor de punto ciego) y faros auxiliares de esquina. Opcionalmente puede sumar un sistema de 8 cámaras auxiliares que monitorean todo el entorno de la cabina y el Pack de Seguridad 3, compuesto por dirección dinámica con asistencia eléctrica (aliviana la dirección para maniobras de precisión) y, en el caso de la unidad que manejamos (FM 6x2T para cargas peligrosas), faros Led adaptativos.
Mecánica:
Volvo decidió equipar a la gama FM con la última evolución del motor DC11C de seis cilindros en línea y 11 litros, que desde 2019 incorporó TCI (Tecnología de Consumo Inteligente) y se ofrece en tres niveles de potencia: 330 CV y 1.600 Nm de torque, 370 CV y 1.750 Nm; o 410 CV y 1.950 Nm de par, siempre asociado a la caja automatizada I-Shift de 12 velocidades.
Al igual que toda la línea F, la gran novedad es la llegada del sistema I-See Pre-Mapeado, que reconoce las rutas mediante mapas topográficos pre-instalados y GPS calculando la marcha más indicada y aprovechando las características del terreno –si hay una pendiente o una bajada- para lograr la mayor eficiencia posible. Desde la marca aseguran que la cobertura abarca todo el país e incluso países limítrofes como Chile o Brasil. En caso de que la ruta no esté cargada en los mapas, el camión “aprende” el camino.
En marcha:
La prueba de manejo se llevó a cabo en el Autódromo de Buenos Aires. Para conocer en detalle el funcionamiento de los sistemas de asistencia a la conducción, especialmente el del control de velocidad crucero adaptativo con función Stop&Go, con el FM circulamos detrás de un FH, ambas unidades con un semirremolque, en nuestro caso con un tanque cisterna al corresponder a la versión para cargas peligrosas.
He manejado camiones en otras oportunidades, pero esta fue la primera vez en la que, adrede, nos pidieron que no pisemos el acelerador, el freno ni la palanquita del retardador hidráulico, todo ese trabajo lo haría el FM. La primera sensación es rara ya que cualquiera tiene el reflejo natural de intentar frenar o acelerar, pero acá dejamos todo en manos del control de velocidad crucero adaptativo. El radar ubicado en el frente de la unidad va rastreando todo el tiempo la presencia del vehículo que va adelante y mantiene una distancia segura, incluso si se detiene a cero o frena de golpe. Si el camión de adelante acelera, el nuestro también, si frena, nosotros también. En el caso de parar a cero, simulando una detención en un semáforo, basta con tocar un botón en el volante para retomar la marcha. El funcionamiento es sorprendente por lo preciso y suave, en ningún momento se producen baches, aceleraciones o desaceleraciones repentinas, salvo que ocurra algo imprevisto delante nuestro. De lo único que tuvimos que ocuparnos fue de girar el volante y mirar por los retrovisores, ayudados también por el sistema de 8 cámaras del que disponía nuestra unidad.
Cabe aclarar que esta prueba se realizó sólo para mostrar el funcionamiento del control de velocidad crucero adaptativo, mientras que en condiciones reales, el conductor debe seguir teniendo el control absoluto del camión. Este sistema sólo ayuda ante un imprevisto, una distracción o en embotellamientos, es justamente eso, una ayuda a la conducción. Siempre es recomendable que el conductor siga poniendo toda su atención al camino.
Más allá de eso, también podemos hablar de otras sensaciones que nos dejó girar en el Gálvez con el FM: el nivel de insonorización es destacable, el motor apenas deja escucharse y no hay filtraciones de ningún tipo. El evento se realizó a comienzos de la ola de calor que azotó a gran parte del país, pero en ningún momento sentimos los sofocantes más de 32º en la pista gracias al sistema de climatización del vehículo. Los mandos están bien al alcance del conductor y una posición de manejo cómoda es muy fácil de encontrar gracias a las múltiples regulaciones neumáticas de las que dispone el camión.
El FM ya era un referente en su categoría y la versión Evo Win le permitió adaptarse rápidamente al creciente segmento de escalabilidad. Con esta nueva generación, el salto es aún mayor, quedando al mismo nivel que la gama europea y con toda la tecnología para lograr la tan buscada productividad y rentabilidad, sin descuidar la seguridad para propios y terceros, ni la comodidad para el conductor.