Bridgestone es reconocida mundialmente por desarrollar neumáticos para todo tipo de vehículos y sus productos son de los más elegidos por las terminales como equipo de serie para sus autos, pero esta vez, teniendo en cuenta la temporada invernal que muchas personas eligen para viajar y tomarse unas vacaciones –o viven en una zona con temperaturas bajo cero-, la compañía japonesa decidió brindar una serie de consejos sobre el cuidado del vehículo para garantizar un viaje seguro y sin inconvenientes.
Rodrigo Escudero, gerente de Marketing y Comunicación de Bridgestone, explicó los diversos controles de fluidos que hay que realizarle al auto y su importancia:
Aceite: es importante sustituirlo cuando indique el fabricante (entre los 5.000 y 30.000 kilómetros, según el modelo del automóvil), y, además, se debe revisar su nivel con cierta frecuencia. Lo recomendable es hacerlo una vez al mes, pero, con bajas temperaturas, podemos realizarlo cada dos semanas.
Líquido refrigerante: cumple un objetivo fundamental entre los líquidos del auto ya que circula por el interior del motor y absorbe parte del calor que genera la combustión, evitando un sobrecalentamiento que podría ser peligroso. Asimismo, al estar compuesto principalmente por agua y una serie de aditivos que le confieren propiedades anticongelantes, evita que el auto se congele y que se estropee así el circuito cuando las temperaturas caen por debajo de 0ºC. Además, posee propiedades antioxidantes y anticorrosión. En este sentido, es muy importante controlar al menos una vez al mes el líquido refrigerante para mantener el equilibro térmico del motor.
Líquido de frenos: es el circuito hidráulico del vehículo fundamental para la seguridad vial, así que es recomendable revisarlo de forma constante (una vez por mes durante el invierno). El cambio de líquido suele ser cada dos años aproximadamente, ya que la humedad acelera su deterioro y el punto de ebullición se reduce también con el tiempo. Un sistema de frenos que funciona adecuadamente es crucial a la hora de conducir en caminos con hielo o nevados.