Luego de meses de fotos espía y filtraciones, el momento se acerca: finalmente, Citroën presentará este jueves el denominado Proyecto CC21 que es, ni más ni menos, que el sucesor del C3 para mercados emergentes o “regiones estratégicas” como las llama la compañía en el breve comunicado oficial que acompaña a este primer teaser oficial.
La imagen sólo muestra parcialmente el sector frontal del vehículo, que incorporará la nueva identidad visual de la firma del doble chevron, con los faros divididos y una firma luminosa en forma de X. Más allá de este pequeño adelanto de la marca, ya se conocen varios datos de este nuevo producto que será producido Brasil hacia fin de año y que llegará en 2022 a nuestro país.
Desarrollado sobre una variante simplificada de la plataforma modular CMP, al igual que los últimos modelos lanzados por Citroën, combinará características de un hatchback con los de un crossover. Su diseño se filtró accidentalmente por una miniatura a escala en India, revelando que su silueta se asemejará a la de un hatch, pero su mayor despeje, el frente elevado y dividido en dos junto con el paragolpes con protecciones en plástico negro harán que se vea como un SUV. De perfil contará además con pequeños airbumps y las infaltables barras de techo que terminarán de redondear su imagen aventurera. Por último, la parte trasera será la más simple del conjunto, con faros bastante grandes y una firma luminosa en forma de C.
Según nuestros colegas de Autos Segredos, aunque no hay imágenes de su interior, aseguran que contará con una pantalla táctil tipo tablet flotante para el sistema multimedia y soluciones low cost como las teclas de los levantavidrios ubicadas sobre la consola central. De acuerdo a dicha publicación, también habría al menos una opción convencional, es decir, sin todos los accesorios que lo asemejan a un crossover para parecerse más a un hatchback tradicional.
Mecánicamente, en nuestra región está cobrando fuerza el rumor de que, además del ya conocido y veterano motor naftero 1.6 VTi de 115 CV, podría equipar el motor Firefly 1.0 de origen Fiat para las versiones base, aprovechando la fusión entre PSA y FCA. En este punto, hay que hacer una aclaración: se habla de la versión aspirada del 1.0, un propulsor de 72 CV y 10,4 kgm de torque utilizado en las opciones más accesibles del Argo. Su variante turboalimentada –que debutará en el Pulse- podría incorporarse después, dado que también se están realizando pruebas con esta motorización en el Peugeot 208.
Luego de su presentación, se espera que comience a ser producido en la planta brasileña de Porto Real en diciembre, con un volumen que podría alcanzar las 70.000 unidades anuales. Sobre esta misma base, Peugeot también desarrollaría su propia propuesta, un B-SUV conocido hasta ahora como Proyecto P44.
espero que al menos, incorpore motorizaciones modernas hereradas de fiat . sino un nuevo fiasco .