Sin dudas, era uno de los productos más esperados, tanto en Europa como en nuestra región y otras partes del mundo y es que la Duster se convirtió –a pesar de su origen low cost- en uno de los vehículos más exitosos y globales del Grupo Renault gracias a su relación precio-producto y a su probada robustez. Si bien la segunda generación no alcanzó a lograr el éxito de la primera, sí mostró una importante evolución en la mayoría de los aspectos, especialmente en seguridad, aunque aún adeudaba sistemas de asistencia a la conducción y versiones electrificadas. Finalmente, la tercera generación del B-SUV se muestra como la más avanzada de todas y da un gran salto respecto a sus antecesoras, pero manteniendo la fórmula y parte del estilo de aquellas.
El pilar principal de esta evolución es el cambio de plataforma: la Duster deja de lado la arquitectura B0 por la más moderna CMF-B utilizada por Renault y Nissan, así como los nuevos Dacia Sandero, Logan y Stepway –o el Renault Kardian regional-. Esto permitió importantes mejoras tecnológicas y sobre todo la incorporación de sistemas de propulsión electrificados, de los que hablaremos más adelante. En cuanto a dimensiones, son bastante similares: la nueva Duster mide 4.343 mm de largo (antes 4.341), 1.804 mm de ancho, 1.656 mm de alto (antes 1.693 mm) y posee una distancia entre ejes algo más corta (2.657 mm vs 2.673 mm), por lo que la habitabilidad es similar, pero sí creció notablemente la capacidad de baúl, pasando de 445 litros a 472 litros.
Estéticamente, el B-SUV luce igual que las últimas filtraciones y proyecciones que venían circulando en la web. La nueva generación combina parte del estilo de las antecesoras y lo combina con el de la nueva Bigster, que también está en pleno desarrollo y se convertirá en su hermana mayor. Su silueta luce bastante similar, conservando detalles como los abultados pasarrruedas para darle una imagen robusta, pero a la vez incorpora la nueva seña de identidad de Dacia, con faros más finos y alargados con una firma luminosa en forma de Y, que divide las ópticas en el centro y tiene continuidad en la parrilla. Por debajo, el paragolpes gana una apariencia más simple y moderna, con una gran toma de aire en el centro y dos en los extremos, ubicadas más arriba. Como todo Sport Utility, posee protecciones en plástico negro (en realidad es un nuevo material denominado Sparkle) en los bajos y en los pasarruedas. De perfil, tal como señalamos anteriormente, su silueta luce bastante parecida al modelo actual, aunque con trazos más marcados y definidos. Por último, en el sector posterior se nota una clara influencia de la Bigster, con faros de aspecto más tridimensional y en forma de Y, dejando de lado el formato actual en X que siempre recordó al Jeep Renegade.
Puertas adentro también se percibe una gran mejora, tanto a nivel estético como tecnológico. El tablero posee un diseño más tridimensional y se destaca la incorporación del instrumental digital en casi todas las versiones –menos en la de acceso-, así como también una gran pantalla para el sistema multimedia tipo tablet flotante y un soporte para el celular. Las salidas de aire son de formato hexagonal y cuentan con un aplique en forma de Y, mientras que el volante y la selectora de marchas son similares a los de Renault. Todo el habitáculo está construido con plásticos duros, aunque se nota una mejora en la percepción de calidad.
Mención aparte para las mejoras en seguridad, al recibir un completo paquete de sistemas de asistencia a la conducción con frenado autónomo de emergencia, detección de vehículos, peatones y ciclistas, reconocimiento de señales de tránsito, asistente de estacionamiento trasero, asistente de emergencia, alerta de cambio involuntario de carril, asistente de mantenimiento de carril y detector de fatiga, entre otros ítems.
Mecánicamente, en Europa se despide del diésel y casi toda la gama pasa a estar electrificada: inicialmente, estará disponible en tres opciones, Hybrid 140, con la tecnología E-Tech heredada de Renault que combina un motor naftero 1.6 con dos motores eléctricos y una batería de iones de litio de 1,2 kWh de capacidad. Puede funcionar hasta el 80% del tiempo en modo eléctrico en ciudad. La otra opción es la versión TCe 130, con el motor 1.2 TCe de 130 CV asociado a un sistema eléctrico y motor de arranque de 48V, es decir, un sistema mild-hybrid, acoplado a una caja manual de 6 marchas. La tercera alternativa es la variante ECO-G 100, impulsada por nafta/GLP y que posee una autonomía combinada de hasta 1.300 kilómetros.
En cuanto a sistemas de tracción, habrá opciones 4×2 y 4×4, en este caso con el sistema Terrain Control, que ofrece cinco modos de conducción (Auto, Snow, Mud/Sand, Off Road y Eco. Mejora además los ángulos de ataque y de salida y se puede verificar los parámetros y el funcionamiento del vehículo en la pantalla a través del sistema All Road Info.
Más allá de su presentación, la nueva Duster recién llegará a los concesionarios del Viejo Continente en mayo del año que viene. Posteriormente, sería fabricada en Brasil, hacia 2025, aunque con configuraciones específicas para nuestra región.
creo que será éxito por ofrecer mejor combo en el segmento de las sub’s compactas. el diseño será gusto de la mayoría y los que anhelaban tener una volvo xc40 pero por precio no podían ahora tienen esta opción que le copia mucho el estilo. nose si renault traerá esta duster a nuestra región porque cambiaron la estrategia