
Mientras la mayoría de las automotrices europeas están peleando por desarrollar vehículos eléctricos accesibles del rango de los 20.000 euros, apuntando a que sólo de esa manera lograrán masificar los EV’s, Toyota sigue su propio camino con una estrategia totalmente diferente y que parece ser, una vez más, la correcta: centrarse en la electrificación en los productos y segmentos más rentables como el C o el D y no en el B hatchback.
¿En qué se traduce esto? En que para ver a un Yaris 100% eléctrico habrá que esperar bastante más, ya que no está en los planes inmediatos de la compañía. Así lo aclaró Andrea Carlucci, jefe de producto y marketing de Toyota Europa, en una entrevista con Autocar. Consultado sobre el posible desarrollo de un B-Hatch eléctrico, respondió tajante: «Es la idea, pero no es algo de lo que estemos hablando ahora. Decidimos iniciar la comercialización de vehículos eléctricos con los segmentos de mayor crecimiento -C, D y E-. El momento adecuado llegará, pero no es ahora».
A pesar de ello, un Yaris eléctrico no parece estar tan lejano. Se estima que podría debutar en 2030, aunque antes de eso, la marca japonesa ya tiene programados tres nuevos vehículos eléctricos para 2026: una pick up, un SUV y un modelo fastback, según Autocar. Cuando finalmente llegue al mercado, es probable conserve su nombre tradicional, en lugar de adoptar la nomenclatura bZ, tal como ocurrió recientemente con la C-HR+, que no fue bautizada como bZ2X. Por su parte, Scott Thompson, responsable de Toyota en el Reino Unido, respaldó esta estrategia, destacando que la compañía se centra en lanzar el vehículo adecuado en el momento y mercado oportunos. «Por ahora, los modelos que estamos expandiendo son los más adecuados para Europa», explicó.
La estrategia de Toyota de priorizar vehículos eléctricos más grandes tiene sentido. La inversión en electrificación es elevada y los modelos de mayor tamaño ofrecen márgenes de ganancia más amplios. Además, estos vehículos cuentan con más espacio para acomodar baterías de mayor capacidad sin comprometer el diseño o la eficiencia.
Dado que la actual generación del Yaris, lanzada en 2020, aún es relativamente nueva, Toyota podría extender su ciclo de vida hasta que llegue el momento ideal para presentar una versión eléctrica. El impacto de esta estrategia en el mercado norteamericano sigue siendo incierto. En Estados Unidos, el Yaris dejó de comercializarse debido a la baja demanda de hatchbacks chicos, lo que reduce las probabilidades de que una versión eléctrica llegue a ese mercado. Sin embargo, si el Yaris EV resulta un éxito global, la marca podría optar por desarrollar un Corolla eléctrico, un modelo con mayores posibilidades de éxito en América del Norte.