El Challenger es el auténtico muscle car ya que es el que más respeta la esencia del modelo original, no sólo en cuanto a diseño sino también en cuanto a cómo fue planteado: motores V8 de altísima cilindrada, potencia y torque a raudales para dominar el 1/4 de milla. La eficiencia y las emisiones no fueron tenidas en cuenta y es lo que, sumado a la antigüedad de su plataforma, comenzaron a pasarle factura y con el futuro electrificado que se avecina, lamentablemente va camino a su desaparición. Pero su despedida será lenta y por todo lo alto, como lo merece. Para ello, Dodge planea ofrecer nada menos que siete series especiales denominadas Last Call (última llamada), la primera de las cuales, acaba de ser presentada: el Challenger Shakedown.
Inspirado en un protototipo presentado en el SEMA 2016 que llevaba su mismo nombre, será una edición limitada de sólo 1.000 unidades, la mitad con la carrocería estándar en color Distroyer Gray y la otra mitad con la carrocería ensanchada o widebody, con el color Pitch Black.
Además de los tonos de carrocería antes mencionados, el Challenger Shakedown agrega franjas negras y rojas que recorren el capot, el techo y la tapa del baúl, además de los emblemas R/T y 392 en rojo. También posee la toma de aire Shaker –un homenaje al T/A de 1970- y las llantas de aleación de 20 pulgadas pintadas en color negro, tomadas del Hellcat.
Puertas adentro, dispone de butacas tapizadas en cuero y alcántara, con costuras en rojo presentes también en el volante, el tablero y la consola central. Asimismo, los cinturones de seguridad son de color Demonic Red y estimamos que contará con una placa numerada con el emblema de esta edición especial.
Mecánicamente, el Shakedown está basado en la versión R/T Scat Pack, impulsada por el mítico motor HEMI V8 de 6.4 litros o 392 pulgadas cúbicas, que desarrolla una potencia de 485 CV y se asocia a una caja automática de 8 velocidades.
Tal como señalamos anteriormente, forma parte de las siete ediciones especiales que la firma estadounidense está desarrollando para despedir a su icónico muscle car. En simultáneo, ya trabaja en su sucesor 100% eléctrico, el Charger SRT Daytona.