Era el último y auténtico muscle car, el único que respetó a rajatabla el espíritu del modelo original y no intentó “civilizarse” ni conquistar otros mercados -aunque sí llegó a importarse a Europa, pero bajo la misma especificación norteamericana- pero inevitablemente llegó su final para él y su hermano de cuatro puertas: el 22 de diciembre de 2023 fue fabricada la última unidad del Dodge Challenger y del Dodge Charger en la planta canadiense de Brampton, poniendo así fin a una historia de 18 años en el caso de la generación actual de los muscle car de Stellantis.
La despedida de ambos modelos de Dodge ocurrió a unos pocos días de haber finalizado la producción del Chrysler 300C con el que compartían arquitectura, motorizaciones y componentes. Se trata de la llamada plataforma L, que tiene sus orígenes en la fallida alianza Daimler-Chrysler y más precisamente en el antiguo Mercedes-Benz Clase E de fines de los 90. Bajo el control de FCA y ahora Stellantis, la compañía fue incorporando varias actualizaciones, aunque el paso de los años ya se hacía sentir tecnológicamente, aunque a nivel de diseño seguían cautivando como el primer día. De hecho, los tres muscle cars no salieron de producción por su bajo nivel de ventas –que por el contrario, en cada edición especial se disparaba, logrando superar con creces al Chevrolet Camaro y estar muy cerca del Ford Mustang-, sino por el necesario avance de la estrategia de electrificación.
Junto con ellos, el también mítico motor HEMI V8 se encamina a su desaparición ya que será reemplazado por el más moderno Hurricane 6 al que ya lograron extraer más de 500 CV y que es apto para todo tipo de tecnologías de electrificación. El primer movimiento se dio en las pick ups: tras la actualización de la RAM 1500, toda su gama deja el V8 por el 6 en línea con sistema mild-hybrid de 48V o híbrido enchufable y se espera que ocurra lo mismo con el sucesor del Challenger y Charger. Dodge está trabajando en el desarrollo de un muscle car 100% eléctrico, pero ya comenzó a cobrar fuerza el rumor que tendrá una variante con motor de combustión interna y algún tipo de electrificación. No será un reemplazo directo o una nueva generación, sino un nuevo producto que intentará ocupar su lugar y que tendrá inspiración en su diseño, anticipado por el Charger Dayona SRT Banshee.
Sobre el Challenger y Charger actuales, durante este año Dodge comercializó varias ediciones especiales de despedida conocidas como serie Last Call: se trata de siete ediciones especiales para despedirlos. Las últimas fueron los Charger y Challenger Swinger, de las que sólo fueron producidas 2.000 unidades. Adicionalmente, la última locura de la marca fue el SRT Demon 170, una actualización del bestial SRT Demon, llevado ahora hasta los 1.025 HP, capaz de recorrer el 1/4 de milla en 8,9 segundos.