La tecnología y la conectividad posibilitaron un montón de cosas que hasta hace unos años eran impensadas para un vehículo: poder conectarse a internet o compartir WiFi con dispositivos móviles, recibir información del tráfico o actualizaciones del sistema operativo, son sólo algunas de las funciones que se fueron sumando. A la vez, esto también puede generar un nuevo negocio, el equipamiento “on demand”.
Sí, así como las cada vez más numerosas plataformas de streaming con un abono mensual para acceder a programación exclusiva, BMW planea implementarlo en sus autos en un futuro no muy lejano. De hecho, ya está realizando una prueba piloto en Reino Unido: allí, la marca alemana ofrece como un servicio la activación del sistema de calefacción de asientos, un ítem que tiene una importante demanda, sobre todo en época invernal. La compañía ya había hecho algo similar hace un tiempo atrás para añadir la compatibilidad con Android Auto o Apple CarPlay, aunque luego decidió incorporarlo como equipamiento estándar.
Actualmente en análisis por la firma de Munich, tal como señalamos anteriormente, su objetivo será expandir este servicio “on demand” en varios mercados, según anticiparon desde la propia marca a la agencia de noticias Bloomberg. De acuerdo a sus previsiones, este nuevo negocio puede representar hacia 2030 una ganancia de 5.000 millones de euros. Retomando el ejemplo del Reino Unido, la activación de la función de calefacción para las butacas cuesta 15 libras mensuales o alrededor de 150 libras a nivel anual. También existe un abono de tres años, de 250 libras o ilimitado, por 350 libras.
Aunque sin dudas resulta algo polémico, desde la firma alemana justifican la incorporación de estos servicios como una opción para ofrecerle más flexibilidad en el listado de equipamiento de sus vehículos y que sus clientes puedan acceder a estas funciones, sólo cuando lo requieran.
Esta nueva oportunidad de negocio ya llamó la atención de otras compañías como Stellantis, pero también el rechazo de otras como Ford o Toyota que señalaron no tener interés en ofrecer algo así y que no consideran correcto cobrar un abono para utilizar un dispositivo que ya viene incorporado al vehículo. ¿Qué pasará en los próximos años? Lo más probable es que el negocio prevalezca por sobre todo.