Chery fue la primera marca china en desembarcar en nuestro país. A pesar de la desconfianza inicial, varios de sus productos lograron muy buenos niveles de venta como la Tiggo 3 y 5 o el QQ. Pero la compañía avanzó muchísimo en estos últimos años, no sólo con modelos que ya conocemos, sino con desarrollos completamente nuevos que poco a poco irán llegando a Argentina. Uno de los pilares de esta renovación de la marca está relacionado con Exeed, su división Premium, que acaba de presentar el AtlantiX, su SUV más deportivo y avanzado tecnológicamente.
El AtlantiX llama la atención a primera vista, con un diseño muy moderno, con detalles que se destacan como los aros de Led y la toma de aire central, con un entramado de rombos muy logrado. De perfil se destacan sus trazos rectos y angulosos, especialmente hacia el sector posterior, con un remate bastante inclinado y que muchos catalogan como de estilo coupé. Notamos también cierto aire a los diseños de DS o Peugeot, por el estilo de las líneas.
Como suele ser habitual en vehículos chinos, no hay imágenes del interior, aunque se espera una ambientación muy moderna y tecnológica, con mucha presencia de pantallas y un estilo más minimalista. La marca anticipa que contará con iluminación ambiental configurable, cargador inalámbrico, servicios conectados con pagos por NFC, sistema de cámaras con visión de 360º y portón de apertura eléctrica, entre otros ítems. En seguridad también dispondrá de numerosas asistencias a la conducción, como control de velocidad crucero adaptativo, sistema de mantenimiento de carril, alerta de punto ciego y frenado autónomo de emergencia con detección de peatones.
En cuanto a dimensiones, mide 4.781 mm de largo, 1.920 mm de ancho, 1.671 m de alto y posee una distancia entre ejes de 2.815 mm. Mecánicamente, por ahora sólo fue confirmado el motor naftero Acteco 2.0 T-GDI (turbo, con inyección directa) de 261 CV y 398 Nm de torque, acoplado a una caja automática de doble embrague y 7 marchas, junto con sistema de tracción integral.
Inicialmente, debutará en China hacia fin de año, producido en la planta de Qingdao (Shandong) para luego expandirse a otros mercados fuera de Asia. Inclusive, hace algunas semanas atrás su diseño fue registrado en Brasil, lo que acerca la posibilidad de que sea comercializado en nuestra región. Su llegada a Argentina dependerá de los cupos de importación y si los impuestos permiten lograr un precio competitivo.