Con el actual Clase A y Clase B iniciando su última etapa comercial pero actualizados recientemente, Mercedes-Benz también renovó a sus auténticos caballitos de batalla en lo que respecta a la franja inferior de su gama, el GLA y el GLB. Los dos exitosos SUV’s incorporaron un facelift con novedades tecnológicas y el foco en la electrificación.
Comenzando por su diseño, para distinguir a la nueva serie de la anterior hay que observarlos detenidamente ya que las modificaciones son muy leves: los faros recibieron un rediseño interno con una nueva firma luminosa y tecnología Multibeam Led, mientras que el paragolpes también estrena modificaciones en la parte inferior, con tomas de aire y canalizadores más grandes. De perfil, los únicos cambios son las llantas de aleación y el agregado de una protección de plástico negro que recorre todos los bajos de la carrocería, mientras que en la parte trasera también se modificó el diseño interno de los faros.
Puertas adentro, ambos SUV’s siguieron una fórmula similar: se destaca la incorporación del nuevo volante de la marca –similar al del Clase S o al del Clase C- con comandos táctiles, una importante actualización del sistema multimedia MBUX especialmente en los comandos por voz que ya reconocen órdenes directas sin recurrir al saludo “Hola Mercedes”. Agrega además sensor de huella digital para el arranque, sistema de cámaras con visión de 360º con reproducción de imágenes 3D, mejoras en los sistemas de asistencia a la conducción y nuevos materiales y revestimientos para personalizar las unidades y aumentar su percepción de calidad.
Mecánicamente, siguiendo con la estrategia de electrificación de la compañía, todas las versiones nafteras sumaron un sistema mild-hybrid de 48V que proporciona hasta 13,6 CV extras durante las aceleraciones más un sistema de recuperación de energía durante el frenado. La gama arranca con los propulsores nafteros de 136 y 163 CV, mientras que el de 224 CV con tracción integral 4Matic se ubica como el tope de gama, siempre con la caja automática de 7 marchas. También se ofrecen dos opciones turbodiesel de 150 y 190 CV –esta última con tracción integral- pero sin electrificación y con caja automática de 8 velocidades.
Mención aparte para las versiones AMG: tanto el GLA como el GLB 35 AMG están impulsadas por el motor naftero 2.0 turbo de 4 cilindros en línea, que desarrolla 306 CV y 400 Nm de torque. Así como en las variantes convencionales, también suma un sistema mild-hybrid de 48V que aporta un plus de 14 CV durante algunos segundos en aceleraciones. En este caso, la transmisión es la caja automática AMG Speedshift DCT de doble embrague y 8 velocidades y dispone de tracción integral 4Matic.
Su llegada a los concesionarios europeos se dará en las próximas semanas, mientras que su arribo a nuestro país debería concretarse hacia fines de este año o principios de 2024.