Desde hace varios años Jeep viene amagando con la posibilidad de volver a tener una pick up entre su gama –recordemos, la última fue la Comanche, de principios de los 90, construida a partir del Cherokee-, esta vez basada en el Wrangler. Primero lo insinuó con prototipos que generaron muchísimas expectativas entre los fanáticos de la marca, pero más recientemente durante la presentación del plan estratégico de FCA 2018-2022, finalmente lo confirmó.
Se sabe que el proyecto está muy avanzado, de hecho, todo parece indicar que el desarrollo ya finalizó y así lo sugieren las imágenes y el comunicado oficial que por error la marca publicó en su web de prensa y que rápidamente eliminó… aunque con la masividad y rapidez de Internet, un foro de seguidores logró recopilar toda la información.
Como era de esperarse, el diseño está claramente inspirado en el nuevo Wrangler Unlimited: desde el frente hasta las puertas traseras es prácticamente idéntico. La novedad es obviamente la caja de carga, de la cual se desconocen sus dimensiones, pero sí se informó su capacidad: 725 kilos, no llega a los 1.000 kg de una pick up mediana, aunque tampoco es su propósito directo, su esencia sigue siendo el off-road, a lo que agrega la versatilidad que significa poder trasladar cualquier objeto en su caja. Y sobre este punto, otra de sus particularidades: habrá una versión con techo de lona, que permitirá dejar al descubierto el habitáculo.
Del Wrangler hereda también su sistema de tracción, con caja de transferencia y sistema SelecTrac, que agrega más funciones de acuerdo al terreno por el que se transite, mientras que las versiones Rubicon incluirán doble bloqueo de diferencial y barra estabilizadora desconectable.
También comparte con él su mecánica: el conocido motor naftero Pentastar V6 de 3.6 litros y 280 CV, con 353 Nm de torque, asociado a una caja automática de 8 marchas o manual de sexta y un propulsor turbodiesel V6 de 3.0 litros, que entrega 260 CV y 600 Nm de torque, con el que logra su máxima capacidad de remolque: 3.400 kg y se acopla sólo a la transmisión automática.
El nombre despertó cierta polémica entre los fanáticos de la marca: Gladiator, una denominación histórica que en nuestro país está relacionada con la camioneta producida por IKA y que fue en realidad un modelo que nada tenía que ver con el Wrangler, cuya versión pick up en Estados Unidos se denominó Scrambler. Muchos están de acuerdo y otros tantos no, lo cierto es que la esperadísima nueva pick up de Jeep ya está lista.
En lo personal mi opinión es que en vez de ser un Jeep con caja, podrían haber tomado la base del Compass o del Cherokee y lograr una pick up como era en su momento la Gladiator fabricada por IKA y así, coincido con Luis B. diferenciarlo del Wrangler.
Está buenísima … Quizás quitarle muy levemente el aspecto de «fierro» ocultando las bisagras de puertas y de paso diferenciarlo del Wrangler no estaría nada mal.