La Bronco es uno de los modelos más icónicos de Ford, al igual que la Serie F o el Mustang, un vehículo que apareció en numerosas películas, series, canciones, pero sobre todo se ganó un lugar entre los fanáticos del off road por su robustez y capacidades fuera del asfalto, así como todo lo que generó a su alrededor: encuentros, aventuras, clubes de fanáticos, etc. Por eso, cuando la marca del óvalo decidió discontinuarla en 1996 muchos de ellos empezaron a soñar con un posible regreso. Se negaron a que el mítico todoterreno desapareciera así como así y pusieron manos a la obra para mantener viva su leyenda.
Ante la necesidad de seguir compartiendo experiencias junto a la marca, miles de entusiastas crearon la comunidad Bronco Nation, la primera de Estados Unidos en ser reconocida y certificada por Ford. A este impulso social, se sumaron las ganas de un equipo de 20 empleados de la compañía denominado “Bronco Underground” (Bronco Subterráneo), que trabajó en secreto en sus ratos libres, sin horarios fijos y solo por pasión para pensar cómo podían traer de vuelta al todoterreno. Mark Grueber, gerente de Marketing de consumo de Ford Estados Unidos, fue uno de los que formó parte de este grupo, integrado además, por ingenieros, diseñadores y vendedores, entre otras personas de la empresa.
Era tal el entusiasmo por impulsar su regreso que Grueber junto con su esposa crearon en 2002 Bronco Driver Magazine, una publicación trimestral dedicada a la comunidad de dueños de este modelo que, a su vez, organizaba fiestas, encuentros de fin de semana y ferias. Se llegaron a juntar centenares de unidades en un evento, lo que daba cuenta de la necesidad de las personas de compartir experiencias con la marca e intercambiar información sin importar de dónde venían o qué generación de Bronco conducían. La iniciativa de este grupo de empleados, sumada al fervor de fanáticos hizo que en 2000 Moray Callum, vicepresidente de Diseño e integrante de Bronco Underground, le pusiera un nombre en código al primer boceto para el regreso de la Bronco: lo llamó U260 y comprendía dos versiones, de dos y cuatro puertas. Además de diseños, se realizaron estudios de planeamiento, marketing y ventas para ver cómo podía llegar a posicionarse un nuevo producto dentro del portfolio de la marca. Sin embargo, en este punto el equipo se encontró con el primer obstáculo: Ford había comprado varias marcas europeas de lujo, entre ellas, Land Rover y Jaguar, y tenía tantos SUV’s que el proyecto U260 no pudo avanzar.
Ese fue el primero de varios intentos más: dos años más tarde, en el Salón de Detroit, Ford llamó la atención de entusiastas y participantes del evento con la revelación de una nueva Bronco en formato de concept, la primera construida tras ocho años de haber sido discontinuada y estaba inspirada la primera generación. El prototipo fue mostrado meses después en el Salón de Nueva York, pero nuevamente pasaron meses sin que la compañía comunicara ninguna novedad acerca de su regreso. En 2006, el equipo tenía preparado un plan sólido para relanzarla al mercado, apuntando a los Millenials, pero tampoco prosperó ya que la marca priorizó otros proyectos.
Finalmente, en 2015, Grueber recibió el llamado que tanto estaba esperando: el equipo de planeamiento de Ford anunció que a futuro la planta de Michigan –la misma donde se fabricó el modelo original- contaría con capacidad disponible y que volcarían su portfolio de productos a SUV’s y pick ups. Fue en ese momento cuando la idea de desarrollar una nueva Bronco fue tomando color hasta que tuvo luz verde para avanzar. Cuando el equipo de Ford liderado por Callum y el diseñador Paul Wraith comenzó a desarrollar oficialmente una nueva generación se encontró con el desafío de darle forma a su regreso luego de 25 años, adaptándola a los tiempos que corren, pero a la vez, tratando de mantener el ADN de la marca. El Studio S, un lugar legendario dentro del edificio de diseño de Ford en Dearborn, Michigan, donde se han creado modelos como el Thunderbird, el Mustang y la versión original de Bronco, fue el lugar donde un grupo de ingenieros, diseñadores y desarrolladores de producto hicieron todo lo imaginable para darle forma a la nueva generación. Querían un vehículo resistente, con las características propias de los 4×4 G.O.A.T. (Goes Over AllTerrain, según su denominación en inglés), pero al mismo tiempo, diferente.
Los primeros bocetos no tuvieron el éxito ni la aceptación esperados y fue entonces cuando Jim Farley, actual CEO de la firma del óvalo y en ese entonces, vicepresidente ejecutivo de los mercados globales, desafió al equipo y les pidió tener en cuenta dos conceptos para el diseño del nuevo vehículo: “honestidad y robustez”. Para afrontar este pedido y también la necesidad de rediseño y renovación para esta nueva generación, Callum escaneó su Bronco 1970 con un scanner 3D y transfirió las medidas al programa de diseño de la actual Bronco para utilizarlo como base de los bocetos. A su vez, el equipo de diseño convocó a los propios colaboradores de Ford que manejaban una Bronco para conocer sus experiencias. Pero lo que más enriqueció el trabajo del equipo fueron sus clientes: a partir de una iniciativa del área de marketing, se reunieron a personas dueñas de Bronco en Estados Unidos para escucharlas, entender sus necesidades, buscar soluciones y pensar formas para mejorar sus experiencias.
Ese fue el puntapié inicial que permitió la vuelta de la Bronco, que hoy por hoy cuenta con una de las gamas más completas de su historia, con la variante todoterreno que comenzó a fabricarse hace unos meses atrás y que próximamente sumará más versiones; y la Sport, su derivado SUV desarrollado a partir de la plataforma C2, que ya se produce en México y llegará a nuestro país en los próximos meses. De hecho, actualmente ya se luce en los stands de Ford en Cariló y Pinamar.
Puede ser que pueda costar entre 37000 a 50000 dolares según la versiones? .