Ford Maverick: la comodidad de un SUV con la robustez y versatilidad de una pick up

Si el público le da el visto bueno, es posible que estemos frente a un futuro best seller de Ford: finalmente, luego de meses y meses de espera, la marca del óvalo presentó oficialmente a la Maverick, su primera pick up compacta que promete mantener la tradición de la compañía entre las camionetas, pero con una fórmula adaptada a los tiempos actuales, donde se privilegia el confort, la tecnología y la eficiencia.

La presentación reveló algunas sorpresas, pero también confirmó detalles que ya veníamos adelantando como su diseño. Inspirada en sus hermanas mayores –la F-150 y Ranger-, se destaca por sus formas cuadradas y su imponente sector frontal, con enormes faros y una también enorme parrilla, con un marco en el centro para las luces de giro que se extiende hacia el logo de la compañía. De perfil evidencia su parecido con la pick up full size pero a una escala menor, con superficies limpias, trazos rectos y pasarruedas bien marcados. Eso sí, la principal diferencia de la Maverick con las otras camionetas del óvalo es la carrocería monocasco, con la caja de carga integrada al conjunto.

Puertas adentro, si bien es posible encontrar cierto parecido con la Bronco Sport, también tiene personalidad propia: obviamente luce el emblema del óvalo en el volante y el tablero cuenta con un aspecto más tridimensional, con un aplique color bronce que recorre toda la plancha frontal y las salidas de aire. Una pantalla táctil tipo tablet es la protagonista de la consola central, que curiosamente cuenta con un hueco portaobjeto a lado. Afortunadamente, cuenta con comandos físicos para todas las funciones, desde el equipo de audio hasta la climatización (bizona). De la Bronco Sport y de otros modelos de la marca hereda también el Rotary Shifter en reemplazo de la tradicional palanca de cambios. Más allá de la tecnología, Ford buscó darle al interior una gran funcionalidad y versatilidad, con gran cantidad de portaobjetos e incluso una enorme bandeja oculta debajo del asiento trasero que puede cumplir la función de un baúl.

A nivel de equipamiento, se ofrecerán tres opciones. La más accesible será la XL, con sistema multimedia con pantalla de 8”, faros de Led, frenado autónomo de emergencia, dirección eléctrica, cámara de retroceso, 7 airbags, levantavidrios eléctricos, llantas de acero de 17·, aire acondicionado manual, tapizado de tela y computadora de a bordo con display de 4,2”. El siguiente nivel será la XLT, con control de velocidad crucero,  espejos eléctricos, llantas de aleación de 17”, conectores y tomacorrientes en la caja de carga y traba eléctrica para el portón trasero. La tope de gama será la Lariat, con butacas con regulación eléctrica, computadora de a bordo con display de 6,5”, climatizador automático bizona, llantas de aleación de 18” y tapizado de cuero.

Por si no fuese suficiente, como es habitual en el mercado norteamericano, también habrá varios paquetes opcionales. El primero de ellos es el Co-Pilot360, que suma sensor de punto ciego y asistente de mantenimiento de carril. El otro pack es el FX4, con llantas de aleación de 17” de diseño exclusivo, neumáticos todoterreno, asistente de descensos y ganchos de remolque. Para la versión Lariat estará disponible el Luxury Package, con control de velocidad crucero adaptativo, equipo de sonido Bang & Olufsen con 8 parlantes y subwoofer, vidrios laterales totalizados, iluminación Led para la caja de carga, cargador inalámbrico y auxilio de 17”. Por último, el primer año se ofrecerá, también sobre la versión Lariat, el paquete First Edition, que agrega gráficos sobre el capot y las puertas, lona marítima, techo pintado de negro, llantas de aleación de 18” y manijas color carrocería.

Desarrollada sobre la plataforma C2 –la misma de la Bronco Sport con la que compartirá la línea de montaje de la planta mexicana de Hermosillo, así como también la del Kuga y Focus europeo-, la pick up cuenta con dimensiones bastante similares –aunque con algunas diferencias a favor de la Maverick- a las de la Toro. Mide 5,07 metros de largo (versus 4,94 m), 1,84 m de ancho (ídem en la Fiat), 1,74 m de alto (también idéntica a la Toro) y 3,07 m de distancia entre ejes (vs 2,99 m). Eso sí, la capacidad de carga es notablemente inferior: la Maverick puede cargar 680 kilos, mientras que la Toro soporta entre 750 kg (las versiones nafteras) y 1.000 kg (la diésel).

Es en su mecánica donde hubo lugar para una pequeña sorpresa: Ford eligió una propuesta diferente a la competencia aunque en línea con su estrategia de electrificación. La versión de entrada de gama es híbrida y adopta el mismo tren motriz de la Kuga, un motor naftero 2.5 asociado a un propulsor eléctrico con el que desarrollan en conjunto 193 CV y se asocia a una caja automática eCVT. En este caso, sólo estará disponible con tracción delantera y desde la compañía destacan su eficiencia y rendimiento, con un consumo de 17 km/l en ciudad y una autonomía de 805 kilómetros. “La propuesta de producto de la Maverick es única. Es una pick up con un gran atractivo visual, con cuatro puertas y espacio para 5 adultos, un motor híbrido de serie y un rendimiento en ciudad que supera a un Honda Civic”, señaló Todd Eckert, Gerente de Marketing de pick ups de Ford.

Claro que no es la única opción: la otra alternativa es el conocido motor naftero EcoBoost 2.0 turbo de 253 CV, asociado a una caja automática con convertidor de par de 8 velocidades. En este caso, estará disponible tanto con tracción delantera como integral, con suspensión trasera independiente en lugar de la barra de torsión de la versión de entrada.

Ya en preventa en Estados Unidos y con un precio que cumple con la promesa de la marca de posicionarse por debajo de los U$S 20.000 que cuesta una EcoSport, la Maverick arranca en U$S 19.995, siendo el vehículo más accesible de Ford en aquel mercado. Su llegada a nuestra región está confirmada, aunque habrá que esperar hasta el año que viene. Sin dudas será una digna rival para la Fiat Toro y Renault deberá apurarse con la renovación de la Duster Oroch si no quiere perder terreno.

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