Mediante una consulta enviada a las 44 Cámaras de transporte que nuclea FADEEAC, se pidió a los asociados que informaran el precio abonado por litro de gasoil ultra o similar (conocido como gasoil grado 2, tipo de combustible que usa más del 80% de las empresas). A partir de la recolección de esos datos se seleccionó para cada provincia el valor mínimo y máximo de compra informado.
De allí surge que, mientras en 6 distritos del país el precio por litro superó los 250 pesos (Formosa, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe, Corrientes y Córdoba), en dos (Chubut y Santa Cruz), el máximo valor solicitado por litro fue de $140; y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, $150.
Uno de los factores que influye en la diferencia de costos tiene relación con el complejo entramado impositivo de la Argentina. La potestad de los tres niveles de gobierno (nacional, provincial y municipal) para aplicar impuestos diversos sobre el combustible es uno de los factores que alimenta las diferencias estructurales en el costo final del litro de combustible.
En abril, FADEEAC empezó a realizar una consulta semanal entre sus asociados para relevar el acceso al combustible, eventuales restricciones o faltantes, y el precio del mismo ante las reiteradas denuncias de heterogeneidad según la zona geográfica. A partir de las respuestas de conductores y propietarios de camiones de algunas de las 4.500 PyMEs que integran las 44 Cámaras de transporte nucleadas en la Federación, se conformó un “semáforo virtual” para monitorear en tiempo real la disponibilidad de combustible en la Argentina.
De acuerdo con el último informe, entre el 5 y el 15 de junio eran 19 los distritos que sufrían dificultades de diferente grado para acceder al gasoil. “Muchos ganan en este proceso, pero su ganancia económica no se deriva de competir y producir, sino de aprovechar la situación de necesidad de los transportistas”, dijo Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC.