Pensado desde el principio como el reemplazante del Gol, el Polo Track se prepara para ser lanzado en el mercado brasileño. Para animar su llegada a los concesionarios, Volkswagen decidió darle un toque de nostalgia a su debut y por qué no, un merecido homenaje más a su icónico hatchback: anunció la incorporación de la serie especial First Edition, personalizada de manera prácticamente idéntica al Gol Last Edition.
La inspiración en la serie de despedida del Gol es clara: desde el color rojo/bordó (Rojo Sunset) de la carrocería, hasta los numerosos detalles en color negro brillante como la parrilla, la máscara interna de los faros, las tazas, la carcasa de los espejos, manijas de las puertas, adhesivos laterales, el techo y una franja en el portón trasero que une ambos faros. Adicionalmente, agrega el emblema 1st (first) sobre el pilar C.
Puertas adentro, la personalización es similar: cuenta con costuras en rojo, alfombras específicas, apliques cromados en los marcos de las salidas de aire y la base de la selectora, así como una placa con el número de unidad. El resto de sus características se mantiene sin cambios respecto al Polo Track presentado en noviembre.
Como ya se sabe, esta versión del hatchback se convertirá en el producto más accesible de la marca a nivel regional, por lo que no hay que esperar una estética muy elaborada, aunque al menos sí recibió una actualización respecto al Polo Trend que se comercializa en Argentina: sin llegar a las modificaciones que recibió este modelo en las versiones más caras que fueron presentadas hace algunas semanas atrás en el país vecino, la versión Track muestra un leve rediseño en los faros –especialmente en el sector interno-, por supuesto con lámparas halógenas y no de Led como el resto de la gama junto con una máscara oscurecida. La parrilla es más ancha y cuenta con un entramado tipo panal de abeja, elemento también presente en la toma de aire del paragolpes, que agrega una suerte de máscara de color negro y un aplique del color de la carrocería que le otorga una imagen algo más agresiva.
De perfil es idéntico al Polo que ya conocemos, prescindiendo del aplique sobre el pasarruedas delantero donde iba ubicado el nombre de la versión. Para reducir costos, cuenta con embellecedores plásticos –tazas- de color grafito sobre llantas de acero. Posiblemente la marca ofrezca paquetes opcionales para incorporar llantas de aleación y otros accesorios. Por último, en la parte trasera la única novedad son los faros con máscara oscurecida y dos reflectantes sobre el paragolpes.
En el interior se buscó darle una imagen renovada pero sin sacrificar costos. Su aspecto es austero: a excepción de esta serie especial, carece de todo tipo de apliques o revestimientos que realcen su imagen, aunque también muestra cierto esmero en otorgarle algún detalle llamativo como el relieve tipo diamantes en los paneles de las puertas. A favor, promete un correcto nivel de equipamiento, incorporando el nuevo volante multifunción –similar al del Taos o Nivus pero sin apliques-, levantavidrios eléctricos, aire acondicionado, dirección asistida y un equipo de audio algo más básico que el Composition Touch de la versión Trend que llega a nuestro país y tapizado de tela con costuras en naranja. En Brasil se ofrecerán como opcionales varios ítems antes mencionados como la radio con Bluetooth, el volante multifunción, computadora de a bordo, puertos USB y antena de techo.
La gran evolución respecto al Gol la dará en seguridad, con 4 airbags (frontales y laterales delanteros), frenos con ABS/EBD/BA, control de estabilidad, bloqueo electrónico de diferencial, anclajes Isofix y asistente de arranque en pendientes.
Mecánicamente, el Polo Track estará impulsado por el motor naftero 1.0 MPI de 84 CV y 10,3 kgm de torque, acoplado a una caja manual de 5 velocidades. Cabe aclarar que esta configuración será exclusiva para el país vecino, mientras que en Argentina se espera que cuente al menos con el ya conocido 1.6 MSI de 110 CV, mientras que el resto de la gama pasaría a incorporar el 1.0 TSI.