El futuro de la industria automotriz se encamina hacia la electrificación, pero también hay otras alternativas de cero emisiones que algunas marcas están estudiando. Una de ellas es el hidrógeno, utilizado de manera directa como un vehículo impulsado a GNC o a través de celdas de combustible de hidrógeno (FCEV) como es el caso del Toyota Mirai y Hyundai Nexo y es a este último grupo al que ahora se suma Honda, que ya está trabajando en una versión FCEV de la nueva CR-V.
A decir verdad, no es la primera vez que la firma nipona experimenta con esta tecnología, de hecho había sido de las primeras en proponer este sistema de propulsión con el Honda FCX y el Clarity Fuel Cell, aunque nunca fueron producidos a gran escala, sino más bien como un ensayo para evaluar su viabilidad. Una vez más, el gran desafío es el costo de producción del hidrógeno y la escasa red de infraestructura para su recarga, aunque lentamente empieza a crecer.
Aprovechando toda esta experiencia, la división estadounidense de Honda anunció que en poco más de un año presentará la CR-V FCEV, una variante híbrida enchufable del SUV que contará con las mencionadas celdas de combustible de hidrógeno. Repasemos las características de este tipo de tecnología: combina parte de las características de un eléctrico a batería, pero en lugar de abastecerse de una red eléctrica, cuenta con tanques de hidrógeno que, mediante una reacción química al combinarse con el oxígeno del aire, genera energía para alimentar las baterías del motor eléctrico. Sus principales ventajas son la mayor autonomía (+600 km) y que permiten ser utilizados por vehículos pesados. Además, si se dispone de la infraestructura necesaria (un surtidor de hidrógeno de alta presión), puede reabastecerse en alrededor de 5 minutos, como un vehículo a GNC.
Si bien desde la compañía no brindaron mayores precisiones ni datos técnicos sobre la futura CR-V FCEV, aclararon que seguirá manteniendo el puerto de carga eléctrico para que, en caso de no poder repostar hidrógeno, pueda recargar sus baterías como cualquier otro híbrido enchufable. Será fabricada en el Performance Manufacturing Center de Honda, en Ohio, donde también fue producido el Honda/Acura NSX. La llegada de esta versión del SUV a los concesionarios se concretaría durante 2024 y no se descarta que más adelante sea comercializada en otros mercados como Europa o Japón, donde también está bastante avanzada la instalación de surtidores de hidrógeno.
