El Fit se convirtió en uno de los productos más exitosos e infaltables de la gama de Honda a nivel global. El monovolumen que nació para ser el modelo de entrada a la marca se ganó su lugar gracias a su versatilidad, confiabilidad y a un diseño siempre moderno y con un toque deportivo. La cuarta generación fue presentada el año pasado en Japón y representa una suerte de vuelta a sus orígenes, con una figura más sobria y simple, que está desembarcando paulatinamente en los diversos mercados donde la firma nipona tiene presencia.
Claro que su llegada también marca la despedida para la tercera generación –la misma que se comercializa en Argentina- y es lo que está sucediendo en México, país donde se fabrica y exporta a varios países de América del Norte –incluso en una primera etapa abastecía a nuestro país-. El monovolumen ya tiene los días contados y para decir adiós por la puerta grande, Honda presentó en México una serie limitada denominada justamente Final Edition.
Esta edición especial toma como base la versión más equipada a la que añade diversos accesorios estéticos y más ítems de confort y tecnología, como el sistema de visión de ángulo muerto Lanewatch –con una cámara ubicada debajo del espejo que proyecta imágenes del exterior del vehículo evitando las zonas ciegas del retrovisor-, así como el volante y la palanca de cambios forradas en cuero junto con la llave inteligente con encendido remoto. El resto de la dotación se compone de sistema multimedia con pantalla táctil de 7” compatible con Android Auto y Apple CarPlay, cámara de retroceso, climatizador automático, computadora de a bordo, control de velocidad crucero, cuatro airbags y ABS.
Estéticamente se destaca por su color Azul Sport –único disponible-, más el agregado de spoilers laterales, alerón, más detalles cromados, llantas de aleación con terminación diamantada de 16” y un emblema específico con el nombre Final Edition.
Mecánicamente no hay cambios de ningún tipo. Mantiene el motor naftero 1.5 i-VTEC con inyección directa que desarrolla 132 CV y 155 Nm de torque y se asocia únicamente a la caja automática CVT, propulsor que era ofrecido en Argentina y luego con el cambio de procedencia a Brasil se sustituyó por el más simple 1.5 i-VTEC de 120 CV y 145 Nm.
La marca aclaró que serán producidas solo 300 unidades de la Final Edition pero no reveló si el modelo será sustituido por la nueva generación o su espacio quedará vacante. Algunos medios de prensa mexicanos señalan al City hatchback como un posible reemplazo, sin embargo esta información aún no fue confirmada oficialmente. En nuestra región, al Fit brasileño le queda al menos un año más por delante, aunque ya se registró en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) del país vecino el diseño de su sucesor.